Murió Fefi.
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Hay momentos en que solo se puede rezar y llorar.
Toda mi vida se ha envuelto en niebla que, hecha lágrimas arrasa mis ojos:
Fueron muchos años de amistad entre ellos y nosotros. Miles de conversaciones y de confidencias compartidas, de risas y de lágrimas
También de ayudarnos mutuamente para alcanzar la calmada quietud en las ilusiones y las decepciones, en las alegrías y las penas en la prosperidad. y la adversidad, en la lealtad y la traición: en síntesis de vernos a nosotros mismos con humor
Quizá el ambiente de nuestro Casariego de Tapia un mundo pequeño de vida sencilla nos llevó a volvernos en la verde profundo hierba asturiana, que no nace sola porqué es el fruto de muchos años de abonar. regar y segar sucesivamente y sin descanso: los cuatro lo hicimos con cariño, ahincó y esmero.
Toda esta ataraxia no frenó mi llorar a borbotones silenciosos.
Hoy;
Todo se ha vuelto ciego y negro.
Veo a nuestra Tapia sola y vacía
Los faros del Puerto se han puesto de luto.
¡Descansa Fefi!
Os ruego con todo el corazón, una oración para ella.
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Aunque confío en que no la necesitará pues fue firme, tranquila, serena, apasionada, generosa:
Era en el buen sentido de la palabra buena,
Chanín, un abrazo de María y mío,
Fefi: un beso de los dos
Siempre estarás en nuestro sentimiento: una parte del él estará para siempre en el Cielo contigo,
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