Sé lo que bailas cuando nadie te ve
Defenderé canciones como 'La mataré', de Loquillo; 'Sin ti no soy nada', de Amaral; 'Perlas ensangrentadas', de Alaska, o 'Soldadito marinero', de Fito
Este artículo bien podía haberse titulado 'Cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor, pero la memoria te hace trampas', porque ese lema resume a la ... perfección algunos comentarios que estos días leemos sobre la actuación española en Eurovisión. También podía haber sido 'Si tú supieras lo que algunas canciones en otros idiomas dicen, no las bailarías tan alegremente'. No obstante, son títulos en exceso largos, así que he tenido que optar por uno un poco más corto, pero cuyo mensaje queda igual de claro. Somos unos hipócritas y algunos tienen maneras de censor. De todo esto que les digo, claro, quedan excluidos los que ahora se felicitan por el puesto español y han olvidado rápidamente todo lo que dijeron con cierta rabia sobre la muchacha, su atuendo y su canción. Ay, el éxito, cómo es...
Publicidad
La canción de Chanel, a mí, personalmente, no me gusta. Su letra -una vez descifrada, porque hay que reconocer que esa manía de comerse letras y aspirarlas, así como lo de cantar en susurros, convierte las canciones en jeroglíficos-, me parece sexista, pero igual de sexista que lo era, por ejemplo, hace unos años, otra que decía «Pa' ponerme 'happy', y prender el 'party'/ blancas o negritas a mover todo su 'body'/ porque El Chombo viene duro, y rompiendo muro/ y en las competencias les pateamos el...». Así igual no les suena, pero si les digo «Papi, papi, papi chulo/ Papi, papi, papi ven a mí (ven a mí)», seguro ya saben de qué canción hablo. Es de la panameña Lorna, del año 2003. Reguetón cantado por una mujer antes de que llegaran todos estos individuos tipo el Maluma haciéndose los gallos y acaparando una música que, en verdad, solo han imitado. Pero el reguetón, Puerto Rico y sus orígenes, es otro asunto.
Esta segunda canción, la de Lorna, 'Papichulo... te traigo el mmmm', nos parecía bien. La bailábamos y cantábamos sin problema o, al menos, sin que nos causara tantos conflictos morales como hoy. ¿Y dónde está la diferencia? En la edad. Tan sencillo como eso. Está en el crecimiento, las experiencias, el conocimiento y el avance implacable de los años, que modifica los escenarios y a las personas. En mi edad y en la suya que nos hace sentir y pensar diferente. Nuestro tiempo, nuestra música, nuestro estilo y nuestra forma más o menos despreocupada de enfrentarnos al mundo. Ahí está la principal diferencia. El tiempo.
Todas las épocas tienen sus canciones, su música, y así lo debemos entender. Algunas morirán enseguida y otras se transformarán en inmortales. Y lo de Eurovisión, más cercano a lo primero que a lo segundo, no deja de ser, también, un acto de rebelión contra los engranajes de ese poder que quiere censurar todo lo que no se considera políticamente correcto, aunque no tengamos claro del todo qué es correcto y qué no. Un acto de rebeldía como ha habido cientos, miles, a lo largo de la historia de la música.
Publicidad
Defiendo la libertad de creación y la defenderé siempre. Defenderé canciones como 'La mataré', de Loquillo; 'Sin ti no soy nada', de Amaral; 'Perlas ensangrentadas', de Alaska, o 'Soldadito marinero', de Fito. Canciones y letras hoy consideradas inapropiadas; y también lo haré con 'Run for your life', de The Beatles, o 'Every breath you take', de The Police. Defenderé películas y novelas que algunos quieren quemar por ser, a su juicio, reprensibles, inconvenientes o malas influencias; y defenderé a esta chica, a Chanel, en su libertad de cantar sobre 'daddies' y su no problema 'monetary'. Si no te gusta, no lo escuches; no lo leas; no lo veas. Punto. No es obligatorio. La libertad reside, precisamente, en nuestra capacidad de decisión y no en prohibir y/o censurar. ¿Dónde queda entonces la educación? ¿Dónde la enseñanza del pensamiento crítico para que uno mismo pueda discernir? Además -oh, lo siento, el mundo es así-, prohibir no va a hacer que la cara B de la vida, nos guste más o menos, desaparezca. Seguirá ahí, en el mundo real, en el siguiente LP o en el siguiente single.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión