La insaciable fiscalidad de Adrián Barbón

En 2020, año de la pandemia, los asturianos pagamos 2.341 millones en impuestos de todo tipo, sobre todo IRPF e IVA. En 2021, pagamos 367 millones más, y en 2022 otros 530 adicionales. Es decir, desde la crisis de la covid, en vez de rebajar el esfuerzo fiscal a los asturianos, los gobiernos central y autonómico han optado por saquearnos los bolsillos y recaudar 897 millones de euros más que hace dos años.

De esa ingente cantidad de dinero, la mitad del IVA, del IRPF y de los Impuestos especiales, se va directamente al presupuesto del Principado de Asturias. Millones de euros de esfuerzo, de sacrificio y de penalidades, que salen de las familias y pasan a manos de las cuentas públicas de Adrián Barbón.

La excusa es la inflación, todo sube, todo es más caro y pagamos más impuestos por todo, sin que nadie haga nada para evitarlo. Sin embargo, esto ocurre sobre todo aquí, en Asturias.

De Pedro Sánchez no esperamos nada (nada bueno), pero de los gobiernos autonómicos, que están más cerca de los ciudadanos, al menos esperamos cierta sensibilidad con las personas, solidaridad con quienes están sosteniendo comercios abiertos, hostelería funcionando y todo un modo de vida basado en el reparto de riqueza y creación de empleo mediante mercados abiertos y competitivos. Se les llenó la boca con aquello de que 'no quede nadie atrás' y ahora deberían corresponder.

En casi todas las comunidades se ha bajado el IRPF para compensar el esfuerzo de la inflación a los ciudadanos, casi todas del Partido Popular, aunque también algunas gobernadas por el PSOE como Aragón y Valencia. En Asturias Adrián Barbón y su Gobierno nos dicen que no, que no quieren, que no van a corresponder con los asturianos devolviéndoles parte del esfuerzo que están haciendo. Barbón es libre de administrar su egoísmo como considere, pero lo pagará en las urnas.

Por el contrario, en el Partido Popular lo tenemos muy claro, queremos devolver ese esfuerzo a las rentas medias y bajas, a las personas que viven en zonas despobladas, a las familias para que concilien su vida laboral, para que cuiden a sus hijos, para que atiendan a sus mayores. Les compensaremos con 180 millones de euros, en una rebaja fiscal sin precedentes.

Lo importante para nosotros es gestionar los servicios públicos con prudencia, con eficacia y sobre todo con justicia, sin saquear la maltrecha economía doméstica de centenares de miles de asturianos.