La cumbre del Corredor

El Corredor Atlántico es uno de los nueve ejes que la Comisión Europea considera prioritario mejorar. Comunica a 80 millones de habitantes de las regiones que están en los países de la Comisión del Arco Atlántico, con las del centro y norte de Europa. Representan el 40% del PIB de la zona euro, y dan servicio a 12 aglomeraciones urbanas de más de un millón de habitantes. Los trazados del corredor que discurren por España tienen 1.533 kilómetros de alta velocidad ferroviaria, 3.880 de red convencional y 2.644 de carretera. En las once regiones integradas en el corredor vive el 63% de la población española y acumulan un PIB de 778.000 millones de euros. Desde que se inició la construcción, en el año 2003, se programó una inversión de 49.406 millones de euros, de los que se han ejecutado 33.326 millones (el 30% con posteridad a 2013). Quedan pendientes de consumir 16.080 millones, 12.168 en obra nueva y 3.913 en renovación y modernización. De los fondos asignados a España del Plan de Recuperación y Resiliencia hay 2.477 millones destinados para la infraestructura, una cantidad a la que se sumarán los 1.648 millones contenidos en el Presupuestos Generales del Estado. Como bien señaló el comisionado, «no hablamos sólo de pasajeros, ni de mercancías, ni de trenes, ni de puertos y aeropuertos, hablamos de configurar una red logística». En efecto, es una red compleja, que incluye desde las islas Canarias, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid, hasta todas las comunidades del norte de España, con la excepción de Cataluña.

En la planificación ministerial, en lo tocante a las actuaciones a Asturias, se contempla la fase final de la variante de Pajares, la renovación del tramo Lena-Oviedo, pendiente de licitar, y la adaptación del tramo León-La Robla, de la que también hay una parte sin licitar. Adrián Barbón anunció al comisionado que el Principado «le iba a poner deberes», entre ellos está la variante de Villabona, el nudo de Poago, un apartadero para trenes de mercancías largos, así como un ramal a la Zalia y la estación intermodal prevista para la zona logística. Un conjunto de actuaciones que superan los 2.700 millones de euros. Estamos ante la mayor obra de infraestructuras y servicios programada en España para los próximos años, como dijo José Antonio Sebastián.

En el acto intervinieron el secretario de Estado de Transportes, David Lucas, y el secretario general del Infraestructuras, Xavier Flores. Insistieron en que el Ministerio de Transportes da un trato equitativo a los dos grandes corredores europeos que atraviesan la Península, Corredor Atlántico y Corredor Mediterráneo. Pusieron como ejemplo las inversiones reservadas en los presupuestos para ambos. También advirtieron que sin implicación empresarial la conexión multimodal del corredor quedaría infrautilizada. Visto en perspectiva, la cohesión europea, que se perfeccionó con la actuación mancomunada que posibilitó los fondos Next Generation, tiene en la culminación de la estructura básica de la Red Transeuropea de Transportes, prevista para 2031, un instrumento clave para la comunicación de las personas y la integración de los mercados. Para las regiones del noroeste, afectadas por la despoblación, supone una ocasión única de incorporarse a la red de nodos que aportan valor añadido. Los sempiternos retrasos que sufre Asturias en la ejecución de los planes de infraestructuras de transporte, no pueden repetirse en esta ocasión, porque pasaríamos a ser un territorio marginado.