Escuela Senior

Y son conscientes de que es necesario una educación continua para que puedan operar en el mundo sin sentirse aislados, ni frágiles ante los continuos retos que enfrentan a diario, en que pueden sacarles el dinero de la cuenta bancaria mientras creían que compraban un juguete para sus nietos.

Pero, ¿qué hacer cuándo se les muere un hermano sin herederos?, ¿cómo y dónde se reclama ante un producto defectuoso?, ¿es conveniente invertir en un plazo fijo en la actual situación de los mercados?, ¿hay que pagar una derrama de la comunidad de propietarios por una reparación?, ¿qué es un poder general para otorgar a un hijo y que pueda suplir a sus padres física y jurídicamente?

Estas y otras mil preguntas asedian a diario a los mayores, y por ello, la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Oviedo tiene en marcha una iniciativa estupenda, llamada 'Escuela Senior'. Con la colaboración de los colegios de Economistas, Abogados y Notarios, durante un par de meses y por muchos de los centros sociales del Ayuntamiento, profesionales de estos tres sectores impartirán charlas gratuitas para que los de edad avanzada se formen en estas cuestiones, y prevean, por ejemplo, cómo pueden otorgar un poder a su hijo o a su marido y que sirva incluso en caso de que el estado mental de la otorgante se deteriore. Dónde invertir o administrar su pensión de modo que les dé algún rendimiento. Qué ocurre cuando la administración tarda tres años en reconocer un grado de minusvalía o las prestaciones inherentes a la ley de dependencia.

Y muchas cosas más. De esas que surgen en cada debate. En cada centro social, las dudas de cada casa, las inquietudes de quienes precisan auxilio, y no solamente médico, sino técnico en aspectos que a diario se les ponen cuesta arriba.

Así que hemos de celebrar una iniciativa preciosa desde el punto de vista del cuidado de nuestros mayores, y útil desde el punto de vista técnico. Las administraciones cercanas tienen como cometido esencial una labor tuitiva de sus ciudadanos, y no siempre lo hacen – o pueden hacerlo– y, por ello, cuando lo vemos, lo celebramos.

Y animamos a nuestros mayores a acudir a esos centros sociales, escuchar, preguntar y aprender. La pensión llega todos los meses, pero el conocimiento hay que perseguirlo.