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DANI CASTAÑO

Juntas

Una sombra reaccionaria recorre el mundo contra los derechos de las mujeres que debemos combatir unidas

ALBA GONZÁLEZ SANZ

Miércoles, 24 de noviembre 2021, 22:18

Cada 25 de noviembre, millones de mujeres en el mundo reivindicamos nuestro derecho a vidas libres de cualquier forma de violencia. La fecha, establecida en ... honor de las hermanas Mirabal, asesinadas por el dictador Trujillo en República Dominicana en 1960, establece un hito que nos sirve para honrar la memoria de las asesinadas, de sus hijas e hijos, de todas las supervivientes y sus familias, pero también nos recuerda los avances alcanzados y, sobre todo, los retos por conseguir.

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Nuestro país cuenta con una abundante legislación y con instrumentos normativos que facilitan luchar contra todas las violencias machistas. No es objeto de este artículo repasar ese itinerario que va desde la Ley contra la violencia de género de 2004, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género de 2017, la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual (que encara su tramitación final en el Congreso) o el empeño del actual Gobierno de coalición por reeditar con todos los grupos demócratas de Congreso y Senado el Pacto de Estado, garantizando su pervivencia más allá de 2022, mejorándolo y, sobre todo, blindando su financiación.

Con estas palabras quiero subrayar la importancia de que esta lucha la emprendamos juntas: todas las instituciones, todas las feministas, todas las personas que comprenden que la exposición a la violencia machista por el mero hecho de ser mujeres es una vulneración de derechos fundamentales incompatible con la democracia. De esta forma, situando el eje de lo democrático en relación con la posibilidad de tener una vida digna y libre de esta violencia estructural, demarcamos con claridad unas reglas del juego democrático que son básicas para la convivencia, para el presente y para el futuro del país. Los cordones sanitarios tan comunes a la ultraderecha en nuestro contexto regional europeo deberían establecerse, en primer término, en relación con las políticas y programas de estas formaciones para con las mujeres y la lucha contra el machismo.

Frente a quienes niegan la violencia de género, frente a quienes cuestionan a las víctimas y supervivientes de agresiones sexuales; frente a todos quienes anhelan modelos de sociedad atravesados por el orden patriarcal e impunes en su machismo, la reivindicación feminista de igualdad radical y de erradicación de todas las violencias adquiere más fuerza que nunca. Una sombra reaccionaria recorre el mundo, organizada contra los derechos de las mujeres y las personas LGTBI. En nuestro mano está establecer las alianzas y las estrategias para demostrar, juntas, que la fuerza del feminismo seguirá abonando el camino hacia una verdadera democracia.

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