68,5 kilómetros de Campomanes a Gijón

PLAZA MAYOR ·

Lunes, 29 de noviembre 2021, 02:26

El próximo 21 de diciembre entrará en servicio el último tramo de la línea de alta velocidad ferroviaria a Galicia, 119 kilómetros entre la localidad ... zamorana de Pedralba de la Pradería y Orense. En la vecina región se quejan del retraso de 12 años en culminar unas obras iniciadas en 2001, que han requerido una inversión total realizada de 9.040 millones de euros, según el Gobierno. La ganancia en tiempo para el viajero será notable, pese a que tanto el tramo Orense-Santiago, como el eje atlántico (en teoría, Ferrol-Tuy, 241 kilómetros; en realidad, La Coruña-Vigo, 155,6 kilómetros) tienen ancho ibérico en traviesa polivalente -para cambiar a ancho estándar cuando pete- lo que obliga a establecer un cambiador de ancho en Taboadela, cerca de la estación orensana, y limitará de momento a los trenes Alvia (220 kilómetros por hora en vía de ancho ibérico y 250 kilómetros por hora sobre ancho estándar) la utilización de la línea en su totalidad, Madrid-Orense-Santiago-La Coruña y Madrid-Orense-Santiago-Vigo.

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Así y todo, entre la capital de la nación y Vigo el viaje en Alvia solo durará cuatro horas y doce minutos como mínimo (cuatro minutos más el recorrido inverso) y entre Madrid y La Coruña, tres horas y 48 minutos (cuatro minutos más la vuelta), aunque para el viaje con la estación coruñesa como final existe también la opción de desplazarse en tres horas y media, en total, con un tren Ave genuino entre Madrid y Orense y en un convoy de media distancia el resto del itinerario. Esos tiempos de viaje pueden mejorar cuando entren en servicio los trenes Avril, de rodadura desplazable, que en vía de ancho estándar pueden alcanzar los 330 kilómetros por hora, 80 kilómetros por hora más, que los Alvia.

Los datos anteriores sirven para evocar la situación de las obras de la alta velocidad ferroviaria en Asturias. Galicia tendrá el Ave -porque el Ave genuino llegará a Orense- un año antes que a Asturias -a la estación lenense de Campomanes, y Campomanes es Asturias- una vez concluida la variante de Pajares y la adaptación del tramo León-La Robla. El retraso no está siendo menor que en Galicia, porque si allí el principio de los trabajos fue, en julio de 2001, la simple colocación de una traviesa -en el eje atlántico, no en la línea de Santiago hacia el sur, donde el comienzo de las obras se retrasó de forma notable- en Asturias hubo una ceremonia propagandística semejante, con la instalación de las dos primeras dovelas a principios de 2004; las obras de verdad tardarían meses en empezar. Y, en fin, la inversión realizada en la línea de la vecina región, 9.040 millones de euros, supera con amplitud a la asignada a la variante astur-leonesa, 3.845 millones de euros.

El Ave podrá llegar a Campomanes, pero no podrá seguir a Gijón, porque los 68,5 kilómetros que separan ambas estaciones son y seguirán siendo de ancho ibérico. En Campomanes habrá un cambiador de ancho, para que los trenes Alvia, como hasta ahora, puedan circular entre la estación lenense y la costa. Con esta limitación, se explica que la duración del viaje entre Madrid y Gijón no pueda reducirse más que hasta alrededor de tres horas y tres cuartos, porque los 58 minutos que, como mínimo, invierten los Alvia para recorrer los 62,69 kilómetros que hay entre Gijón y Pola de Lena son difícilmente mejorables mientras no se mejore el trazado. La única mejora alcanzable, de momento, sería con la utilización de los nuevos trenes Avril, que desde Campomanes hacia el sur podrán circular hasta a 330 kilómetros por hora. Renfe ha contratado con Talgo el suministro de treinta trenes Avril, quince de ellos de rodadura desplazable. Los primeros empezarán a circular en 2022.Son los trenes que el presidente de la Xunta reclama para Galicia. Pero no se sabe si habrá trenes Avril para todos, porque, como en Galicia y Asturias, los Avril tienen también excelente encaje en las líneas a Santander y el País Vasco. La competencia de otras comunidades autónomas no debería llevar, sin embargo, a renunciar a esos modernos convoyes, aunque los antecedentes autorice.n a ser escépticos sobre la necesidad de que desde los poderes públicos asturianos se formule la firme exigencia de que por la línea de alta velocidad ferroviaria que algún día llegará al Principado circulen también trenes Avril.

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