Nuevo presupuesto

El gasto social, concentrado en sanidad, educación y servicios sociales, representa el 64% del presupuesto. En los tres apartados las cifras presentadas son más elevadas que en cualquier ejercicio anterior. Dentro del gasto corriente destaca el aumento de las retribuciones a los empleados públicos, que se sitúan en los 2.054 millones. Un 4,69% más que el presente año, fruto de la tardía subida de los incrementos en 2022, sumado a la elevación pactada para 2023 y el mayor número de trabajadores contratados. A tono con el generalizado incremento de las partidas, la inversión productiva llega a los 921 millones, la más alta en relación al total del presupuesto desde el año 2012. Dentro de la inversión productiva destaca el programa de carreteras que aumenta el 38,4%. La prioridad en el tratamiento de las infraestructuras está en el mantenimiento y conservación de la red viaria más que en emprender obras nuevas. Durante años se ha postergado las actuaciones de mantenimiento de las calzadas y en la actualidad es una urgencia ante la descapitalización del stock de infraestructuras, dado que la inversión neta es negativa (en la última década es mayor el deterioro de las infraestructuras envejecidas que la aportación de capital de las nuevas). Particularmente calamitosa es la situación viaria en el suroccidente, que espera encontrar una fuerte mejora en el proyecto de cuentas, ya que la inversión en esa área supone el 14% de los recursos incluidos en el plan de carreteras. Se desdoblará la AS-17 en el tramo que dará servicio al polígono de Bobes donde está enclavada la instalación de Amazon y se invertirá en los nuevos accesos a la Zalia. Ni que decir tiene que las inversiones en infraestructuras conllevan una aportación de empleo. Según un estudio realizado por la Asociación Española de la Carretera, cada millón invertido se generan 31 puestos de trabajo.

Por primera vez en el presupuesto hay una cobertura importante para las ayudas a la natalidad (1.200 euros el primer hijo, 1.700 el segundo y de 2.200 en los concejos con menos de 20.000 habitantes y un 10% de población perdida), así como una ayuda de 1.500 para las familias con niños menores de tres años en municipios que carezcan de centros de cero a tres (primer ciclo de infantil). Medidas para evitar el despoblamiento de la zona rural. Sobre las subvenciones contenidas en el presupuesto de 2022, las incluidas en el proyecto de 2023 suponen un coste adicional de 42 millones, pudiendo beneficiar a 175.000 contribuyentes, siempre y cuando sus ingresos anuales no superen el tope de los 45.000 euros.

A lo largo del trámite parlamentario se puede mejorar el proyecto con enmiendas. Los grupos que apoyaron las cuentas en años pasados no tendrán fácil argumentar en contra del proyecto, al contener más dosis de gasto social y dar respuestas positivas a las dos grandes debilidades de anteriores presupuestos, la falta de inversión productiva y el aumento de la deuda. En todo caso, el gran desafío de las cuentas, será una vez más, el grado de ejecución.