Políticos de la negación y el barro

Reniega de la izquierda, llámalos comunistas, terroristas o criminales, y no hables de la derecha, solo del centro, ardiente y cegador cajón de sastre de las vaguedades

Viernes, 1 de octubre 2021, 22:07

Qué políticos son estos que sueltan por su boca descosida lo primero que alcanza su ocurrencia? ¿Cuál es su formación si de continuo apelan al ... insulto, al reproche y al improperio para componer su tedioso y mediocre discurso de cada día? ¿Acaso son lectores fervientes del Breviario de los políticos del cínico cardenal Mazarino? ¿De él aprendieron las artimañas oscuras del sucio debate público? Tal vez no hayan leído a Mazarino. Tal vez no hayan leído a nadie, aunque añadan a sus tristes peroratas frases de pensadores y versos de poetas. ¿Qué representantes políticos son estos que se han instalado en la cansina disputa de las premisas falsas y las conclusiones mezquinas? ¿Quiénes son y de dónde vienen para resultar indeseables, insustanciales y aburridos? Tú confunde que algo queda, parecen aconsejarse unos a otros. Tú llénalo todo de barro que los rostros embarrados parecen todos iguales. Tú no llames a las cosas por su nombre, invéntate otros nombres, así todos pensarán que tienen sentido tus palabras sin sentido. ¿Qué perversos asesores les fabrican tan viles recomendaciones? Tú escúpeles el barro, acúsalos de traidores y de criminales, niégales la legitimidad, aunque hayan sido elegidos por el mismo procedimiento que tú fuiste elegido. Critica, rechaza, oponte siempre, culpa a los otros incluso de tus pecados, mófate de las propuestas ajenas, calumnia que algo queda.

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Ni siquiera es megalomanía lo que sufren estos políticos de la negación y el barro. Es maledicencia, mediocridad y soberbia. Desalienta y desespera escucharlos repetir a todas las horas que todo, absolutamente todo, lo que piensan y hacen los otros está horriblemente mal y que lo que piensan y hacen ellos es inmejorable, deseable, definitivo. Es dolorosamente cansino. Sus ideas, así como sus intenciones y sentimientos, son siempre excelentes. Las de los otros son basura, porque ellos saben lo que nos conviene, ellos poseen el doctorado en Recuperación del Poder de Cualquier Manera por la Universidad Conservadora de los Salvadores de la Patria. En sus aulas magnas fueron imbuidos de la tradicional y mesiánica altura de miras. Tú habla de la Constitución, tú declárate constitucionalista, les aconsejan sus maestros de ceremonias, pero no la cumplas si no te conviene.

¿Qué doctores en política son estos que viven del menosprecio a todo cuanto no se ha gestado en sus despachos? Tú insiste, le aconsejan al rey de los títeres, en advertir a los ciudadanos (imbéciles en esencia) lo decisivas y beneficiosas que fueron, son y sin duda serán tus acciones y tus comportamientos, y lo perversas, perniciosas y malintencionadas que fueron, son y serán las acciones de todos los demás. Reniega de la izquierda, llámalos comunistas, terroristas o criminales, y no hables de la derecha, sólo del centro, ese ardiente y cegador cajón de sastre de las vaguedades donde todo se viene a quemar en una combustión ambivalente y mística. Si aprueban decretos que no te convienen, repite afectadamente que estamos en una dictadura. Si incrementan el salario mínimo di que están hundiendo a los empresarios. Si sube el precio de la luz di que están perjudicando a los trabajadores. Si aprueban ayudas a los empresarios o a los trabajadores di que son insuficientes. Si aprueban ingresos mínimos de supervivencia di que están alimentando vagos. Si llegan emigrantes a las costas di que ellos los están llamando. Si los devuelven a sus países denuncia que no respetan los derechos humanos. Si evacúan a los españoles de Afganistán di que lo hicieron tarde. Si dialogan y negocian di que se rinden a los chantajes. Si llegan a acuerdos, acúsalos de propagandistas. La letanía es agotadora e interminable. ¿Qué títulos obtuvieron? Ellos no saben que en todas las filosofías y mitologías los dioses crearon los mundos con la palabra que lo nombraba todo y a todo le daba sentido, y por eso no se avienen a respetar la palabra y adulteran su natural sentido, la despojan de contenido, y con su desprecio a la verdad de la palabra están contribuyendo a la destrucción del mundo. Sus declaraciones intolerantes, sus actitudes rencorosas e insolentes, su histérica indefinición, sus lenguajes mediocres y sus incoherencias producen escalofríos. Tampoco estos políticos de la negación y el barro han leído a Santo Tomás, que decía que las cosas se definen por lo mejor que hay en ellas.

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