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La realidad no existe

No vamos a pensar que hay intereses que determinan opiniones, que mentir sea una forma de vida habitual, que alguien pretenda hacer pasar por verdad lo que es solo una falsedad repetida. No vamos a pensar que hay mala voluntad, ¿verdad?

Viernes, 9 de abril 2021, 22:08

Un día, de pronto, caes en la cuenta de que la realidad no existe. No es que de repente hayas adquirido conocimientos sobre mecánica cuántica ... ni nada parecido, que lo de ser de letras ha dejado tu formación llena de lagunas, sino que más bien recuerdas algo que leíste hace algún tiempo a propósito de un experimento que 'científicamente' lleva a la conclusión que en ese momento no entendiste del todo, pero que pasado el tiempo no tienes más remedio que asumir: eso, que la realidad objetiva no existe.

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Y eso resulta ser perturbador, porque hasta que llegas a esa convicción vives asumiendo como una concesión generosa que lo que ocurre es que todo es cuestión de perspectiva, porque se nos quedó grabada la parodia que hace Luis Martín Santos de la conferencia de Ortega en el cine Barceló, y su conclusión de que la manzana que veía el público al que se la mostraba no era igual que la manzana que él veía, a pesar de ser la misma manzana. O sea, por la perspectiva. Eso, o lo de que nada es verdad ni mentira sino del color del cristal, etcétera. Entendíamos, pues, que estaban las cosas y luego el punto de vista de quienes las mirábamos. Y las diferencias de perspectiva eran lo que hacía difícil que nos entendiéramos.

Pero luego resulta que hace un par de años unos científicos llevan a cabo un experimento y concluyen que la realidad es distinta según quien la observa. En esto del mundo cuántico, que para mí es un absoluto galimatías, parece que los observadores de un hecho, de una situación o de un objeto, no jugarían un papel externo y pasivo, sino que por el simple hecho de observar 'modificarían' lo observado. Ya digo que es un lío, pero a lo que quiero llegar es a que si esto es cierto (porque la verdad es que hablo de un experimento de hace un tiempo y no he seguido cómo van las investigaciones al respecto y lo mismo ya se ha descartado como válido), puede que ahí esté la clave de lo que nos ocurre.

Solo así se explicaría todo lo que pasa, todo lo que nos pasa: esta insoportable polarización, esta incapacidad para cualquier aproximación al mínimo acuerdo. Asomarse a cualquier declaración de, por poner un ejemplo aunque no es el único, políticos ante una situación es abocarse sin remedio al abismo de lo diametralmente opuesto. No es posible que estemos viendo lo mismo aunque sea desde perspectivas diferentes. Tiene que ser que no existe una realidad objetiva, que nuestra propia mirada la transforma, de manera que nuestro juicio sobre ella no pueda parecerse ni de lejos al de otro observador. Y que cada uno esté reventando con su verdad, con su visión que cree verdadera sobre un mismo hecho.

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Porque, vaya, tampoco vamos a pensar que hay intereses que determinan opiniones, que mentir sea una forma de vida habitual, que alguien pretenda hacer pasar por verdad lo que es solo una falsedad repetida. No vamos a creer que hay mala voluntad, ¿verdad?

Tiene que ser lo que dicen los científicos de esa universidad escocesa, y por eso vivir se ha convertido en una batalla de juicios enfrentados, que andamos todos equivocados creyendo que lo que vemos es lo que es, pero aún no hemos entendido que la realidad objetiva no existe.

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