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El 'Trabi' nos adelanta

Sábado, 6 de marzo 2021, 20:11

Cuando visité Berlín, lo que más me impresionó de la ciudad, más allá de los restos del Muro levantado en 1961 y derribado en 1989, ... creo que fue ver expuestos dos coches. El primero representaba a un prototipo de utilitario de la RFA (República Federal Alemana, o Alemania del Oeste) y el segundo era de la marca Trabant, conocido popularmente como 'Trabi', que era el símbolo de utilitario de la RDR (República Democrática Alemana o Alemania del Este) y de varios países de más allá del Telón de Acero, como la antigua Checoslovaquia. La diferencia entre ambos coches era abismal porque al lado del 'Trabi' hasta un modesto Seiscientos era lujoso. De aquella visita saqué tres reflexiones:

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La primera es que cuando se establece un muro o barrera geográfica, como lo fue el Muro de Berlín, basta con ver hacia qué lado de la barrera trata de pasar la gente para saber cuál de ambas alternativas es la buena, como exponen el turco Daron Acemoglu y el británico James Robinson en su didáctico libro titulado 'Por qué fracasan los países'. Nadie quiere pasar de Corea del Sur a Corea del Norte y ningún alemán del lado occidental quería saltar el muro para pasar al lado soviético.

La segunda reflexión es que la descentralización debilita porque desune, multiplica la burocracia y la corrupción y genera antisinergias sociales y económicas. Por eso las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial se repartieron geográficamente el pastel alemán en la Conferencia de Yalta, porque una Alemania desunida y dividida sería menos peligrosa de cara al futuro. Ésa es una de las principales razones por las cuales España tiene graves problemas en las últimas décadas, porque el diseño autonómico es ineficiente y muy costoso para el ciudadano y debilita al país.

La tercera conclusión es que cuantas más barreras tiene una economía, más ineficiente es y peor viven sus ciudadanos. El caso de España es paradigmático. El mercado de la vivienda de alquiler funciona mal porque el erróneo y falaz proteccionismo hacia el inquilino ahuyenta al arrendador y eso hace que haya muchas viviendas vacías que no están disponibles para alquilar, lo cual genera el efecto contrario al pretendido y hace subir los precios de los alquileres. En el mercado del trabajo sucede exactamente lo mismo, ya que un erróneo proteccionismo ahuyenta la contratación en momentos de gran incertidumbre como el actual. A eso hay que añadir un sistema educativo que vive de espaldas a lo que necesitan las empresas. Pero eso según algunos es muy bueno «porque hay que huir de la dictadura del mercado en la educación». Pero es mucho peor la dictadura de condenar a los jóvenes al paro o malvivir de ayudas sin poder independizarse. El dato del paro español superando los cuatro millones, a lo que hay que añadir más de un millón que está en ERTES y otros tres o cuatro millones cuyo empleo pende, literalmente, de un fino hilo, hace pensar que no se está siguiendo la ruta adecuada.

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La vida no es algo estático ni una foto fija y el que no avanza retrocede, porque los demás no están quietos. Por eso no es extraño que, por primera vez, un país de los antiguos del bloque de la Europa del Este, en este caso la República Checa, nos haya adelantado en PIB per-cápita, en términos de Paridad de Poder Adquisitivo. Medir el PIB solo puede no ser muy fiable, ya que el nivel de precios de cada país puede hacer que en un país con menor PIB per cápita se viva mejor que en otro con mayor PIB per cápita. Por eso, se utiliza el corrector PPP o dicho en inglés PPS (Purchasing Power Standars).

Un análisis de las dos últimas décadas refleja que España está perdiendo posiciones a gran velocidad. Tomando como base 100 a la media de la UE, vemos que España tenía en el año 2008 un índice de 102 y ahora ha bajado al 91. Otros países que han sufrido un gran retroceso son Italia que bajó del 108 al 96 y Holanda, que descendió desde el 143 al 128, aunque sigue muy por encima de nosotros. Por el contrario, Estonia subió desde un índice 70 al 84 e Irlanda, una economía abierta, dio un salto espectacular pasando de un índice 136 a uno de 193. El espejo al que España no debería mirarse, pero que es como la máquina del tiempo que permite saber lo que va a suceder con anticipación, es Grecia, que tuvo un descenso vertiginoso pasando de un índice 95 al 67. Si se observa la lista, una conclusión que se extrae es que los países que van mejorando en ese ranking suelen tener un bajo ratio Deuda Pública/PIB y viceversa.

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Volviendo a las razones por las cuales los países fracasan, Acemoglu y Robinson resaltan que los países suelen entrar en una especie de bucle positivo o negativo que se retroalimenta. Si es positivo, se retiene talento, los servicios son de más calidad, la población no vive de subsidios, la natalidad remonta y hay mayor crecimiento económico. Si es negativo, se exporta mano de obra de alta cualificación y se importa mano de obra de salarios bajos, los servicios se deterioran, la población vive subsidiada y con baja natalidad, se genera déficit público, el propio déficit genera una carga mediante el pago de los intereses de la deuda, con lo cual parte del presupuesto del siguiente año se usa en pagar esa carga financiera, etc.

Hace poco más de una década, en la preciosa capital checa de Praga todavía se respiraba un curioso aire mixto, mitad occidental y mitad soviético, muy propio de una película de espías, pero desde entonces Chequia ha dado un gran salto hacia adelante y nosotros hacia atrás. La noticia de que la República Checa nos ha adelantado en PIB per cápita corregido por PPS (Paridad de Poder Adquisitivo) es un aviso a navegantes y un claro indicativo de que las cosas no van bien. El 'trabi' de antes se ha convertido en Skoda o en Audi y nos ha adelantado, porque nuestro viejo coche lleva mucha carga inútil y hace mucho tiempo que está conducido de forma errática. Si, además, la carretera es peligrosa, es fácil acabar en la cuneta.

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