Bomberos y Cepesma rescatan una marta en un negocio de Ángel Muñiz Toca

Una marta se coló el viernes en una tienda de reprografía en la calle Ángel Muñiz Toca. La responsable del establecimiento se asustó con la inesperada visita, pero tampoco debía estar tranquilo el animal entre el tráfico y el ruido de la ciudad. La mujer creyó que el mustélido -lo identificó como un hurón- había salido corriendo de la tienda, tras dar unas vueltas alborotado, y cerró el negocio. Al abrir ayer la persiana, comprobó que no era así. Allí seguía y aún de peor humor tras un fin de semana encerrado entre olores extraños y sin comer. Lo pudieron comprobar los bomberos, que fueron llamados para recoger el animal, a los que tiró varias dentelladas, según refieren los funcionarios que intervinieron en el rescate.

El ejemplar, un adulto joven, se refugió detrás de un gran aparador dispuesta a defenderse con uñas y dientes, literalmente. Los bomberos intentaron pedir ayuda, pero «ni sanidad del Principado, ni el Seprona, ni la Protectora quisieron hacerse cargo». De la última, apareció un furgón con un voluntario dispuesto a trasladar al animal. El problema no era el traslado, sino capturarlo. De eso se encargó, Alberto Riesgo, voluntario del Cepesma, que logró coger al animal, meterlo en una caja y luego procedió a liberarlo «en su hábitat, lejos de gallineros y aún mas lejos de las calles de la ciudad». Lo hizo tras bautizarla como París, en recuerdo de las víctimas de los recientes ataques terroristas.

Y aunque la historia acabó bien para París y para la asustada dueña del establecimiento, para CSI es una muestra más de mala gestión del servicio de Bomberos. Tres agentes participaron en el rescate del animal que se prolongó más de dos horas y media, dejando el retén del servicio reducido a solo seis funcionarios. Su delegado Miguel Ordóñez volvió a criticar que se encomiende la captura de animales a los funcionarios del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (como otras veces se hace con la Policía Local) sin tener formación, ni medios y permitiendo que la Protectora de Animales se desentienda. Recordó que la entidad recibe una aportación del Ayuntamiento que se completa con compra de vehículos y, sin embargo, no resuelve casos como el de ayer o muchos en los que están implicados animales grandes.

La sección sindical de UGT también se quejó este año del «limitado» servicio que presta la Protectora al frente de la Perrera Municipal. La entidad, que gestiona el servicio en virtud de un convenio por el que recibió 225.110 euros en 2014, solo recoge animales de 9 a 17 horas de lunes a viernes y de 9 a 14, festivos y fines de semana.