Presupuesto después de 10 horas

En una reunión maratoniana, el Gobierno local cerró ayer un acuerdo político para los presupuestos de este año, uno que prefirieron guardarse para su presentación esta mañana, uno inevitable: Sin presupuesto, la vida de un gobierno es aburrida. La de un ayuntamiento, la hermana pequeña y olvidada de las tres de la Administración, soporífera. La legislación, para evitar desmanes, deja poco espacio a las emociones en prórroga presupuestaria. Las inversiones se suspenden, cualquier proyecto queda colgado, los nuevos contratos quedan sujetos a la disponibilidad de financiación en el mismo apartado de las cuentas. Tampoco se podría mejorar el servicio de la Perrera Municipal, prolongado por seis meses en busca de una nueva gestión. Aún con el acuerdo de ayer, Oviedo se tirará en prórroga presupuestaria, al menos, hasta finales de marzo. Aún faltan los informes técnicos -incluido el de Intervención- sobre el presupuesto pactado ayer antes pasar a Junta de Gobierno y, después, los correspondientes periodos de información pública. Morirán cachorritos.

La solución después de las pasadas desaveniencias vendrá de los bancos con un préstamo que permitirá que las cuentas superen el límite autoimpuesto de 202 millones de euros de gasto, que conllevaba la rebaja de impuestos aprobada por el Gobierno local. Los nuevos ingresos permitirán encajar las demandas de los tres socios, pero mantendrán unos 10 millones tan solo para inversiones con la promesa de acometer nuevas actuaciones, por importe de 18 millones, con cargo al remanente de tesorería.

Los tres socios de gobierno estaban, más que abocados, obligados a entenderse. Lo contrario habría sido un suicidio político: un ayuntamiento del cambio con las cuentas del PP prorrogadas pese a que los tres grupos suman mayoría absoluta. Además, digamos que de los caudales municipales de Oviedo apenas se tiene margen sobre una parte pequeña del total disponible. Entre saldar la deuda con los bancos, las nóminas de los trabajadores, costear los servicios básicos y pagar a los proveedores no queda mucho sobre lo que discutir. Pese a ello, después de meses de conversaciones, seguidos de unas semanas de desencuentros públicos, los tres socios del equipo de gobierno se reunieron ayer durante 10 horas, en un empeño personal del alcalde, Wenceslao López.

El resultado no entusiasma a ninguno, pese a las palabras grandilocuentes que acompañan a cada proyecto de presupuesto. Ya se sabe que todos son «austeros, inversores y priorizan el gasto social», por escoger la coletilla que llevaban los del Ayuntamiento de Oviedo hasta estos últimos comicios.

El equipo de gobierno guardó ayer mutismo, pero los conceptos que más se repetirán hoy en la rueda de prensa son empleo y atención a las personas (o algunas de sus variantes: emergencia social o rescate ciudadano). Las ayudas económicas crecerán un 25%, hasta los 1,5 millones de euros y también aumentará un 50% (hasta los 3 millones) las de ayuda a domicilio, para tratar de ampliar el servicio a partir de mayo cuando vencen los actuales contratos de la zona rural y urbana. En el mismo capítulo, aparecen partidas más pequeñas para ayudar a familias a pagar el IBI o el alquiler. Aplazada queda, en cambio, la reorganización completa de los servicios sociales que precisaba de obras para adecuar locales para nuevas Unidades de Trabajo Social.

Empleo

En los programas de Empleo tampoco hubo discusión. Hay 4,7 millones de euros para el apartado denominado «nuevos proyectos», incluido el nuevo Plan de Empleo local que se llevará unos 3 y contratará a un centenar de trabajadores con salarios según el convenio municipal, y otros 1,1 millones para 'Ocúpate, actívate y contratos en prácticas'. Empleoviedo se guarda otros 203.000 euros. Se rebajan, en cambio, otras partidas destinadas congresos y la asistencia a ferias y convenciones. También se mantiene la oferta pública de empleo que anunció el Gobierno local a mediados de noviembre, con medio centenar de nuevas contrataciones de personal, entre ellas 10 nuevas plazas de Policía Local.

Si todos ganan, ¿de dónde sale dinero? Las cuentas municipales prevén una reducción de los ingresos de casi 6 millones de euros, debida a la rebaja de impuestos y tasas aprobada el mes pasado. El capítulo que más se resiente es el de inversiones. No llegarán a los 10 millones y en el proyecto inicial habrá pocas de aquellas que llenaban los programas electorales allá por mayo y sí otras más rutinarias en renovación del alumbrado o aguas y para afrontar expropiaciones pendientes para la reurbanización de Olivares.

Subvenciones y Cultura

No todo se podrá. Aún así, deja claras varias prioridades. Una, que desaparecen muchas de las subvenciones nominativas aprobadas por anteriores gobiernos del PP. La lista es larga: la Fundación Gustavo Bueno, la Red de Juderías, los Premios del Deporte y su gala, el Oviedo Moderno, la Junta de Hermandades, la Asociación del Vehículo Clásico o todas las asociaciones de comerciantes desaparecen del proyecto de presupuestos. En algunos casos se establecen o se amplían líneas de subvenciones competitivas equivalentes, a las que podrá presentarse cualquier entidad que cumpla las bases. Solo en Deportes, las ayudas que propone la concejalía pasarían de los 525.000 euros de este año a los 700.000.

La negociación presupuestaria encalló a finales de diciembre cuando Somos Oviedo pretendió recortar medio millón de euros de los números que había hecho Roberto Sánchez Ramos para su área de Cultura. Entre ellas, un mordisco de 150.000 euros en la subvención de la Fundación Princesa. Ayer nadie dijo nada, pero las subvenciones no se pueden pagar con préstamo.