Barbón reclama a la AMSO «un plan de estabilidad» para ganar la Alcaldía

Con esa rotundidad se expresó ayer el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y presidente del Principado, Adrián Barbón, durante el discurso que ofreció a la asamblea de los socialistas ovetenses en la apertura del congreso que hoy elegirá a la delegada del Gobierno, Delia Losa, como nueva secretaria general del PSOE en Oviedo.

El congreso local ovetense comenzó ayer en la Casa del Pueblo bajo la presidencia de Diego Valiño, con Candela Silva como vicepresidenta, y Patricia Díaz, como secretaria de actas.

Delia Losa se llevó el reconocimiento, como no podía ser de otra manera, de Barbón durante su discurso: «Tengo que reconocer en Delia Losa el carácter y la disposición hacia el partido al dar un paso adelante como candidata de consenso cuando se le pidió que lo hiciera».

La intervención de Adrián Barbón supuso ayer el pistoletazo de salida a una nueva etapa en el socialismo ovetense. Por delante cuatro años para restañar heridas entre las distintas sensibilidades mayoritarias de la agrupación, todas representadas en la nueva ejecutiva local. Y también un año hasta las elecciones locales en el que se buscará recuperar terreno electoral para poder alcanzar la Alcaldía, ahora en manos del PP.

Barbón no sólo alabó la figura de Losa como figura de consenso en la AMSO si no que también señaló a otros dos protagonistas del acuerdo que cristalizará hoy con la votación: Aquilino Díaz e Iván Piñuela.

De Aquilino Díaz, el líder socialista asturiano señaló que «le quiero dar las gracias porque entendió que lo que prima es la unidad del partido para dar certidumbre a los ovetenses».

Al respecto de Piñuela, que cuando fue nombrado por Barbón se levantó a abrazar al presidente regional, «quiero alabar el trabajo hecho durante estos casi cuatro años y la enorme generosidad que ha mostrado en este proceso dando un paso a un lado».

Una vez ofrecidos los agradecimientos, Adrián Barbón volvió a mirar hacia el futuro electoral de Oviedo para recomendarle a la nueva ejecutiva que «hay que llevar al partido hacia el futuro, sin aspavientos, sin insultos, con sonrisas y empatizando, no como otros (en clara referencia a la derecha) que lo único que saben hacer es insultar».

El resto del discurso del líder socialista asturiano estuvo centrado en política regional, nacional e incluso europea. De hecho hubo referencias para todos.

En el ámbito regional, Adrián Barbón marcó distancias con el PP de Asturias. Puso de ejemplo la celebración ayer de dos congresos socialistas en Asturias (Oviedo y San Martín del Rey Aurelio) para distanciarse de los populares que «no saben cuando van a celebrar su congreso regional lo que supone una falta de respeto a la democracia, cosa que no existe en el PP pues todo se decide desde un despacho de Madrid». Y multiplicó la crítica a los populares al considerar que han tenido una actitud volátil durante el cambio de liderazgo y la llegada al poder del partido de Alberto Núñez Feijóo: «Se levantaron casadistas, comieron siendo ayusistas y terminaron alabando a Feijóo».

A la hora de hablar de política nacional, el presidente del Principado puso casi todo el énfasis en el discurso más utilizado por el PSOE durante los últimos tiempos, al menos desde que se conociese el pacto de gobierno en Castilla y León entre PP y VOX. Para ello aludió a la excanciller alemana Angela Merkel «que prohibió cualquier tipo de acuerdo con la extrema derecha» y a «la derecha democrática francesa que pide a sus votantes que apoyen al socialista (Emmanuel) Macron para que no salga como presidenta la ultraderechista (Marine) Le Pen» en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales galas.

Para Barbón, el mayor error de la derecha democrática española «es pactar con la extrema derecha lo que va a generar en el PP la huida del votante moderado que está aterrorizado por el giro que han dado los populares».

En ese punto, apuntó hacia el PSOE como receptor de ese voto de la derecha moderada ya que, consideró, es el garante de la democracia «que hará de tope ante la extrema derecha porque tenemos que aprender de la historia y saber que los partidos de extrema derecha quieren una democracia como la de Rusia, como la de Putin; y eso no se puede permitir».