«Este año ha habido un boom de autocaravanas»

Pega el sol con dureza -el de aquí- a mediodía. Pero para los pacenses Marcelino Caballero y Rosa García es un alivio. Llevan recorrida toda la Ruta de La Plata desde Almendralejo hasta Oviedo, donde acaban de fondear. «Dígale al Ayuntamiento que este aparcamiento es genial, que no se te olvide ponerlo», reprende él, veterano caravanista que ha recalado en La Corredoria tras pasar por San Vicente de la Barquera y Navia. «Llevamos quince años con la caravana, esta es la segunda que tenemos», explica mientras asienta el tráiler en el aparcamiento correspondiente.

El trajín junto al Corredoria Arena es continuo. Un ir y venir de caravanistas que tienen al Principado como «destino seguro con el COVID» y, al mismo tiempo, un oásis para escapar de latitudes más cálidas.

Desde Sevilla llegan Ángel, Manuel y Juan, que afirman venir a Oviedo para «visitar el casco antiguo y los monumentos». También desde el sur, la ruta tuvo parada en Salamanca antes de cruzar el Huerna. «También vamos a ir al museo de Fernando Alonso», confirman.

La única pega que ponen los caravanistas consultados es la lejanía con el centro del aparcamiento. El resto, cumple a la perfección con las necesidades de los viajeros: pozos de aguas negras y grises, tranquilidad y espacio suficiente para descansar tras cientos de kilómetros.

«Los veteranos ya sabemos lo que hay que hacer y lo que no, pero este año con el coronavirus ha habido un boom», relata José Martín que junto a Alicia Ravell, su mujer y sus dos hijos, justo acaban de bajar de los Picos de Europa. Su procedencia, Tarragona.

«Este año, en vez de salir de España hemos preferido Asturias por ser el lugar más seguro con el coronavirus», afirma. «Con la caravana te quitas la incertidumbre de los hoteles pero sí que es cierto que se echa de menos la cultura de este tipo de turismo que hay en Francia o Alemania. A veces parece que molestamos cuando es todo lo contrario», relata reprendiendo a los neófitos: «Aquí no se puede acampar, ni sacar las sillas aunque siempre hay algún desaprensivo».