Mientras el Ayuntamiento y el Principado continúan avanzando en su proyecto conjunto, fruto del pacto del PP e IU-Convocatoria por Oviedo, para construir ... trescientas viviendas públicas de alquiler asequible en La Florida, Las Campas y San Claudio, y al tiempo que el gobierno local asume que los barrios de el centro, El Antiguo y Montecerrao son susceptibles de ser declarados como zonas tensionadas (según el último informe de la Consejería de Ordenación del Territorio) y qué hacer al respecto, lo cierto es que la problemática del alquiler en la capital asturiana parece no tener techo. Los precios van desde los 450 euros mensuales por un estudio de 30 metros cuadrados hasta 3.000 por un ático de tres habitaciones en la calle Salvador de Madariaga. No obstante, el problema se encuentra en que los pisos medios, aquellos que hace tres años no pasarían de 500 euros, cuestan mucho más y no paran de subir. Además de las dificultades obvias para hacer frente a estos precios por parte de los inquilinos, se suman las cada vez más frecuentes restricciones por parte de los propietarios para alquilar. Seguros de impago, varios meses por anticipado a modo de fianza y, en algunos casos, los propios arrendatarios deben hacer frente al pago del IBI de la propiedad. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
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En el momento en que la demanda de pisos de alquiler «ha crecido un 600% en los últimos años». Así lo explica el gestor inmobiliario Carlos del Fresno, de Nogales 8. «La demanda es exagerada; donde antes se recibían cinco llamadas por una vivienda, ahora tienes cuarenta. Se está descontrolando porque mucha gente tiene miedo a alquilar por la inseguridad jurídica de la nueva ley y o bien retiran las viviendas del mercado o se pasan al alquiler vacacional o de estudiantes», explica.
El problema llega, continúa, «cuando la gente que busca un piso o viene a trabajar o a iniciar un nuevo proyecto de vida se encuentra con que no hay stock y los precios están como nunca, altísimos en zonas donde no se hubiesen imaginado esos precios, y está obligando a muchas personas a compartir piso» en edades adultas. En cuanto al pago del IBI, asegura que se trata de una práctica cada vez más común desde la desaparición de los honorarios de agencia aplicables al inquilino y que se trata de algo «legal» y a pactar entre las partes.
A su juicio, posibles restricciones al precio del alquiler podrán tener el efecto contrario al que se busca. «Si limitas el precio a 500 euros, por ejemplo, muchos propietarios optarán por vender o pasarse a otras opciones más rentables». Lo que se debe hacer, sostiene, es «solucionar el problema inmediato», compaginando la construcción de vivienda pública «con facilidades para la construcción por parte de los privados» y, además, un impulso para que la vivienda vacía salga al mercado. «El problema es que llegamos tarde, porque esta situación viene arrastrándose desde hace años», concluye Del Fresno.
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Con todo, el centro, el casco histórico, Montecerrao, El Cristo, La Corredoria o San Lázaro son algunos de los barrios de la capital susceptibles de poder ser declarados zonas tensionadas, según el informe elaborado por el Gobierno regional, con alquileres que oscilan entre los 700 y los 1.000 euros. Estas cantidades se sitúan en más de 200 euros de media por encima del precio máximo que marca el Índice de Precios de Referencia del Ministerio de Vivienda. En cuanto al máximo, alcanzan los 400 euros.
«Tengo que pagar el IBI»
En Montecerrao vive, precisamente, Vivian Garzón. Esta mujer, con trabajo en la ciudad como médico, llegó a Oviedo desde Salamanca hace cerca de un año. Consiguió un piso de dos habitaciones con garaje por 850 euros al mes, donde vive con sus padres y su hijo pequeño. «Con gastos sube a 1.100 y además tengo que pagar el IBI del propietario, que nos lo divide en tres meses y son otros 700 euros», sostiene. «Yo soy médico y tengo un buen perfil de inquilina, pero, además de que se ponen muchas complicaciones para que puedas alquilar, aunque tengas un buen trabajo se pasan dificultades cuando llegan los recibos. Hace unos años podía haber vivido mucho mejor con mi sueldo», advierte.
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Así, entre las zonas con las rentas más disparadas, el centro y El Antiguo, donde un piso de 84 metros cuadrados alcanza los 906 euros al mes. Aquí incluso se supera con creces esa media de 200 euros. Según el sistema estatal de precios del alquiler se establece una renta de referencia, por un piso en el corazón del casco histórico, como puede ser la calle Cimadevilla –sin garaje– de entre 404 y 596 euros. Algo similar a lo que ocurre en la calle Uría.
Los precios, siguiendo los mismos valores de referencia, deberían variar entre los 500 y los 658 euros. En El Cristo y Montecerrao, la media de alquiler se sitúa en 1.002 euros. La referencia estatal marca, por ejemplo, que un piso de 95 metros cuadrados en la calle Ángel Muñiz Toca cueste entre 490 y 674 euros, mientras que en la calle Piloña, de 626 a 775 euros. Hay más ejemplos: en La Corredoria, según el estudio regional, un piso de 77 metros cuadrados, en la calle Corredoria Baja, supondrá un desembolso de 738 euros al mes, mientras que debería de bajar hasta una media de entre 401 y 532 euros.
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