Nueve empresas pujan por la obra del colegio de Montecerrao, licitado en 21,4 millones

Con un plazo de ejecución de veinticuatro meses, el equipamiento será «un referente», con capacidad para 240 alumnos. Según el proyecto, dispondrá de 57 aulas flexibles de múltiples tamaños y otras tres específicas –de música, estimulación sensorial y psicomotricidad–, 14 aseos adaptados, un salón de actos para 215 personas, patios cubiertos y descubiertos, pista polideportiva, biblioteca, área de cocina y dos comedores. Los espacios educativos «se organizarán de manera flexible para adaptarse a un uso individual o colectivo que facilite la convivencia y permita agrupar o dividir aulas con tabiques móviles».

El arquitecto Jovino Martínez Sierra firma un proyecto que aspira a estar «abierto al barrio y al contexto urbano», con una pista deportiva que podrá ser utilizada por los vecinos durante los fines de semana con un acceso diferente e independiente al resto del colegio y un aforo de 276 espectadores.

Mientras el Gobierno asturiano tramita la licitación, las familias del colegio de Latores continúan con sus movilizaciones para exigir un cambio en el proyecto, ya que reclaman una piscina terapéutica –una petición avalada por los informes de cuatro especialistas sanitarios– en lugar del tanque de Hubbard, que consideran que no atiende las necesidades de sus hijos. También han solicitado, algo más sencillo de atender, un invernadero.

Además de esto, reclaman obras en el actual colegio de Latores, que según exponen presentan deficiencias. Como respaldo a estas peticiones, hace unos días presentaron casi 16.000 firmas en el Registro.