La Gruta sale a subasta por la falta de ofertas

El complejo está ahí, solo falta un comprador que lo impulse. La Gruta (últimamente bajo el nombre de New Hotel), en venta desde hace tres meses, saldrá en las próximas semanas a licitación pública, es decir, a subasta. Así lo adelantaron, en declaraciones a EL COMERCIO, fuentes de la sociedad encargada del concurso de acreedores de la empresa, Alonso-Vega, Silvan y Tejerina Administradores Concursales SLP, que admitieron, además, dar el paso movidos por la falta ofertas firmes sobre la mesa.

«Hay al menos dos grupos de inversores interesados en la operación, pero todavía no hay ofertas serias encima de la mesa», explicaron desde Alonso-Vega, Silvan y Tejerina. «Uno de ellos está estudiando convertir La Gruta en una residencia estudiantil», añadieron. El resto, prefieren la explotación turística del inmueble

Con una deuda de 12,4 millones de euros repartida entre doce empresas diferentes, la gerencia de La Gruta, el clásico hotel y casa de comidas del Alto de Buenavista, ya solo puede ver como el proceso avanza sin nada que poder hacer al respecto. El cobrador mayoritario, el Banco de Santander, tal y como avanzó este diario, ya confirmó su decisión de vender el inmueble durante el pasado mes de febrero. Amado Alonso Hevia, su último propietario, lamentó que la entidad bancaria descartara renegociar la hipoteca, bajar las cuotas o vender el complejo a un fondo de inversión que le arrendase luego al hostelero y sus socios las instalaciones. Tampoco, lamentó entonces, alguna otra salida que permitiese la continuación del hotel, abierto en 1959 por primera vez por los hermanos Cantón.

El concurso de acreedores en el que la sociedad Asturias Hostelería Siglo XXI S L (antes Inmobiliaria Gruta S L) se encuentra inmersa desde hace tres años continúa, por tanto, en la fase de liquidación, iniciada a mediados del pasado mes de enero. Y la subasta, al no conseguirse en su día la firma de un convenio en el que se pactasen tiempos y métodos de pago con los acreedores, es «una de las opciones» que más convence al equipo de administradores concursales, que habilitarán en las próximas semanas una plataforma web para recibir las pujas.

«Internet es la forma más cómoda para llevar a cabo este tipo de procedimientos», afirmaron desde la administración concursal. Con el mecanismo elegido, público y competitivo, la organización dará a conocer el producto para intentar cerrar su venta.

Una vez termine el proceso y haya un ganador, la sociedad encabezada por Alonso Hevia, propietario también de La Venta del Jamón, cerrará un capítulo, que arrancó en 2009. Diez años en los que el negocio pasó de tener una buena solvencia a económica a sufrir los estragos de la crisis que han conducido al cierre del emblemático establecimiento.

Hasta la fecha, se han conocido distintas -y dispares- tasaciones de La Gruta. Desde los seis millones de euros hasta los diez. Y los activos, por su parte, se dividen en dos: el propio inmueble, sujeto a la hipoteca que se contrató en 2009 con el Banco Popular; y las instalaciones inmobiliarias del interior, que no forman parte del total hipotecado y cuya tasación varía en función de a quien se le pregunte.

Una inversión que fue golosa en su día para los empresarios. Tanto así, que en una de las operaciones de compra del hotel se llegaron a pagar casi 20 millones de euros por el inmueble y sus activos. Detrás de esta operación estaba el empresario José Argimino Antón, dueño también del complejo hotelero Don Miguel de Tineo, que abandonó su participación en el año 2006.

La Gruta. Un antes y un después. En el recuerdo, sus doce salones con capacidad para más de un millar de personas repletos de comensales y sus 105 habitaciones con categoría de cuatro estrellas atendidas por una plantilla que llegó a sumar noventa trabajadores. También en su historia, el complejo sumó galardones como la Placa al Mérito Turístico de Plata o el premio Principado de Asturias de Hostelería, entre otros.

Por el momento, en vistas de que el proceso «puede ser largo», los habitantes del Cristo Buenavista podrán seguir disfrutando del amplio aparcamiento gratuito que ha quedado habilitado irónicamente tras el cese de las actividades del histórico establecimiento hotelero.