La hostelería urge ampliar terrazas en San Mateo y critica que la ordenanza se queda coja en El Antiguo
Los empresarios sostienen que la imposibilidad de colocar toldos pórtico por mandato de Cultura hará menos aprovechables los veladores en invierno
ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Domingo, 13 de agosto 2023, 01:07
El equipo de gobierno local, dirigido por el Partido Popular en mayoría, espera culminar en el Pleno del próximo mes de septiembre la revisión de ... la ordenanza de Terrazas iniciada durante el anterior mandato y permitir así que los hosteleros puedan acogerse a los beneficios del nuevo texto desde el mismo momento en que sea elevado a aprobación. Es decir, durante las fiestas de San Mateo, favoreciendo la ampliación de los veladores, entre otras cosas. No obstante, la hostelería ovetense pide al Consistorio concreción y la garantía de que estos plazos se vayan a cumplir y, de paso, si bien celebra los avances del documento, también critica que este se ha quedado «cojo en El Antiguo». Un documento que se había mantenido durante los últimos meses en vilo tras un recurso del PSOE que ha sido rechazado por el TSJA.
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Así lo explica, en declaraciones a este diario, el presidente de la junta local de la patronal de Hostelería y Turismo de Asturias (Otea), David González Codón. En sus palabras, «siempre dijimos que nos parece una buena ordenanza, pero quizás en lo más importante, en la petición que realizamos para la instalación de toldos a dos aguas en El Antiguo, no se ha podido llegar». No a causa de las demandas del Ayuntamiento, eso sí, sino de la Consejería de Cultura, recuerda, que no lo ha permitido. «Se podría haber logrado que el texto fuera más interesante porque por el casco histórico pasa todo y porque Oviedo es una potencia turística, y tener allí una buena terraza acorde a las necesidades de la ciudad por su clima habría sido un gran avance», lamenta.
En líneas generales, continúa el hostelero, «nosotros no nos metemos en la parte política, demandamos una ordenanza nueva para solucionar el desaguisado de la anterior, y esta viene a paliar un poco eso, pero nos da pena que El Antiguo, una zona en auge y que necesitaba esa opción, no la tenga».
A ese respecto, Juan Cuesta, propietario del Llar de la Catedral -local con la mayor terraza de la plaza- sostiene que «los toldos a dos aguas nos darían una imagen de terrazas mucho mejor, todas iguales y más aprovechables en invierno». También unas terrazas «más seguras», ya que, sin necesidad de anclajes -sólo con contrapesos de hormigón-, «son más estables que las sombrillas normales en caso de que haya viento fuerte». Lo que sí urge el hostelero al equipo de gobierno local es a especificar si la ampliación de terrazas en El Antiguo se podrá hacer efectiva automáticamente una se apruebe la ordenanza definitiva. Por una razón concreta: «El Ayuntamiento nos va a hacer cambiar todo el mobiliario, cambiando las mesas y sillas por otras que no sean de materiales plásticos y sin rotular, pero estas tardarán un mes en llegarnos y estaría muy bien saber si nos van a permitir ampliar las terrazas coincidiendo con San Mateo a la espera de que nos llegue este mobiliario».
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A grandes rasgos, la nueva norma facilitará la instalación de terrazas en espacios pavimentados de parques y jardines, así como en otros espacios libres de uso público siempre que no exista otra alternativa. Será el hostelero quien asuma todas las obligaciones y si las instalaciones del negocio se ven interrumpidas por el mobiliario urbano, hay opción de cambiarlos de lugar. También crece hasta el 75% la superficie que puedan ocupar las terrazas en las plazas.
Otro de los cambios que introduce es la extensión del horario de apertura de las terrazas hasta las dos de la madrugada en periodos de mayor demanda hostelera. Esto es, durante los fines de semana y en primavera y verano, al tiempo que se reducirá en los meses de otoño e invierno.
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Gascona es Gascona
Donde no se notará demasiado será en la calle Gascona, epicentro chigrero de la capital asturiana y uno de los puntos hosteleros más visitados por los turistas, recuerda el presidente del Bulevar de la Sidra, Pedro Caramés. «Gascona había reivindicado una serie de cosas como la reducción de la distancia a fachada (de 1,80 a 1,50 metros), el aprovechamiento de espacios laterales o la existencia de un porcentaje fijo de mobiliario, pero no han sido tenidas en cuenta o directamente no se contemplan». Lo cierto es que la propia morfología de la calle, estrecha y empinada, sumado a que las terrazas de la parte alta están incluidas en la protección el casco histórico, deja un margen de actuación bastante escaso.
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