Los hosteleros piden «controlar el aforo» de las plazas de El Antiguo para «evitar aglomeraciones»

Un espectacular operativo de la Policía Local disolvió el sábado un macrobotellón en la plaza del Paraguas. Ahora, los propios chigreros han salido a pedir ayuda al Ayuntamiento para mantener el orden en la zona. «Por mucho que el hostelero cumpla todas las medidas y que expliquemos a un grupo que deben llevar mascarilla y que no se pueden sentar los ocho en una mesa, no podemos hacer de policías con el que viene de su casa con una lata de cerveza».

De explicarlo se encargó el presidente de la Asociación de Hostelería de El Antiguo, Casto Fano, en declaraciones a este diario. Fue tajante: «Nos han dado una oportunidad enorme de demostrar que se pueden hacer bien las cosas y ofrecer una hostelería de calidad con la resolución que permite ampliar las terrazas, y eso no se puede malgastar por un exceso de codicia», enfatiza.

Para evitar escenas como las vividas durante los pasados días, solicitan la colaboración del equipo de gobierno para «aumentar la presencia policial y controlar el aforo y los posibles incumplimientos en las plazas de El Antiguo» -no solo en el término de las terrazas-; y «reforzar» la labor «educadora» de los agentes a la hora de informar a posibles ciudadanos despistados. Todo, «para mantener la rentabilidad de los negocios y preservar la salud».

De este modo, reitera Fano, y con la modificación de la ordenanza del ramo en ciernes, «nos están lanzando un salvavidas que no podemos estropear. Venimos de un año complicado, y no solo los hosteleros, la gente también lo ha pasado mal en sus casas y entiendo que ahora tengan ganas de salir a por todas, pero necesitamos ayuda, porque ni somos policías ni deberíamos tener autoridad», finaliza.

En ese sentido, y según la normativa vigente, solo está permitido ocupar el cincuenta por ciento del espacio público en una plaza con una terraza de hostelería; sin embargo, hay zonas que acumulan cada fin de semana la mayor cantidad de avisos a las fuerzas de seguridad. El propietario del Pagos Viejos, situado en la plaza de la Catedral, José Peña, explica que en las zonas centrales del Oviedo Antiguo «hay momentos en los que llega todo el mundo a la vez y se forma un problema». Una situación, «en la que ya no es cuestión de que lo estemos haciendo bien o mal, porque una aglomeración en la calle no depende de nosotros», lamenta.

«Es puntual y sucede, sobre todo, durante los fines de semana y a unas determinadas horas, pero existe. Cuando llega, o cierras el bar o tienes un problema», continúa el hostelero. «Cae de cajón», concluye Peña, «hay muchas zonas que están cerradas y mucha gente en la calle al mismo tiempo». En cuanto a la nueva ordenanza de terrazas que prepara la Concejalía de Urbanismo, el dueño del Pagos Viejos (que gracias a la resolución ha podido ganar cuatro mesas), sostiene que «es algo muy necesario para el sector».

El argumentario lo repite, por su parte, el dueño del Meraki, en la plaza del Paraguas, Pablo Cueto. «Poder tener más espacio para colocar mesas en el exterior de nuestros locales estaría muy bien, porque es cierto que a la gente aún le cuesta un poco entrar, y es mucho más urgente para esos compañeros hosteleros que solo pueden disponer de una o dos mesas». Ahora bien, la segunda parte, la de las aglomeraciones, asevera, «solo se soluciona con más policías en la calle». «Este fin de semana hubo problemas en toda la ciudad y llega un momento en el que no damos para más».

Y es que el pasado fue un fin de semana movido. El sábado, los agentes de la Policía Local detuvieron poco después de las ocho y media de la tarde a un joven de entre 20 y 30 años de edad por resistirse a ser identificado y agredir a los funcionarios cuando estos realizaban un servicio de vigilancia del cumplimiento de las medidas sanitarias en una abarrotada plaza del Sol. Los efectivos del área de Seguridad Ciudadana habían sido reclamados por un vecino que alertaba de una gran aglomeración de jóvenes en la zona, y que se estaban produciendo incumplimientos de las normas sanitarias de prevención frente a la pandemia. Terminó esposado y con la cara ensangrentada. Horas después, los agentes desalojaban el macrobotellón del Paraguas.

Y anteayer, varias dotaciones de la Policía Nacional desalojaron el pub Ágape, en la calle Asturias, donde se estaba produciendo una pelea multitudinaria que comenzó en el interior y terminó en la vía pública. No hubo heridos que lamentar ni detenidos. Ninguno de los dos grupos enfrentados, uno procedente de Avilés y otro local, quisieron presentar denuncia por los hechos.

El Ayuntamiento pondrá en marcha el próximo 4 de mayo la policía de proximidad, la policía de barrio.