Cuatro de los doce imputados por tráfico de cocaína y hachís aceptan dos años de cárcel

La primera sesión del juicio contra doce acusados de tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas prometía. Se enfrentaban a una pena que, en su conjunto, suma cien años de prisión a raíz de una operación policial en la que se incautaron ocho kilos de cocaína procedentes de Galicia para su distribución en Asturias. Sin embargo, el acuerdo de conformidad de cuatro de ellos que reconocieron los hechos y que seis de los otros ocho acusados solo respondieron a las preguntas de sus defensas descafeinó una sesión que tardó una hora en arrancar. Los pasillos de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial eran un hervidero de gente a las diez y media de la mañana de ayer, hora en la que estaba fijada la vista oral. Los doce procesados junto a sus respectivos abogados copaban el espacio y ofrecieron una curiosa imagen ya en el interior de la sala. Imagen que se despejó cuando cuatro de los procesados reconocieron los hechos y aceptaron un acuerdo de conformidad entre las partes. Tres de ellos aceptaron una pena de prisión de dos años que podrá ser conmutada si efectúan el pago de una multa de 2.920 euros. Un cuarto procesado aceptó la condena de un año y dos meses de prisión que podrá sustituir si hace efectivo el pago de una multa de 2.700 euros. La rebaja de la pena llegó tras el reconocimiento de los hechos por parte de los acusados y porque el Ministerio Fiscal retiró la acusación de pertenencia a grupo criminal y concluyó que su implicación en los hechos versaba sobre un delito contra la salud pública en forma de sustancias que no causan grave daño a la salud.

El reconocimiento de los hechos de estos cuatro procesados contradice lo testificado en sala por parte de los otros ocho acusados. Estos negaron formar parte de ningún grupo criminal dedicado al tráfico de drogas aunque sí reconocieron ser consumidores de estupefacientes, cocaína, la mayoría. Dos de ellos aseguraron padecer problemas psiquiátricos como consecuencia de su consumo y todos reconocieron estar o haber estado en tratamiento para paliar sus adicciones.

De los ocho acusados, solo dos gallegos aceptaron responder a las preguntas de la Fiscalía que ejerció de acusación. El resto, solo a las de sus respectivas defensas. Los que se prestaron a responder al Ministerio Fiscal negaron conocer a la considerada trama asturiana aunque sí al resto de procesados de origen gallego. Una relación que limitaron a temas laborales y a encuentros en el bar que regenta uno de los acusados. El resto de las declaraciones fueron poco o nada ilustrativas respecto a su implicación en los hechos más allá de explicar su adicción a las drogas, muchos de ellos desde la adolescencia. Serán los investigadores que destaparon la trama y realizaron las detenciones quienes detallen los pormenores en la próxima sesión que tendrá lugar mañana a partir de las diez y media. El juicio continuará también la semana que viene con las pruebas periciales.