«Nos hemos modernizado pero velamos por los valores tradicionales»

-¿Qué tienen previsto para celebrar el centenario?

-En realidad el centenario fue el curso pasado, lo que pasa es que con todo lo de la pandemia lo tuvimos que suspender. Teníamos previstas un montón de actividades pero ahora, simplemente para cerrarlo, decidimos hacer una eucaristía en la Catedraly antes habrá un concierto de David Colado. Es profesor nuestro y el director de la Banda de Música Ciudad de Oviedo. Él montó un coro teresiano con sesenta niños y gente que conoce. Tras eso tenemos un vino español en Mestura, al lado, aunque no estará abierto para todo el mundo. Se quedó todo un poco descafeinado... Además, para conmemorar el centenario volveremos a sacar en papel la revista 'Retazos', que ahora es 'online'. En ella habrá artículos desde el punto de vista de antiguas familias y alumnos del colegio, profesores.... hablando de la historia del colegio y la construcción del Naranco, cómo se llevó a cabo, cómo se fueron comprando los terrenos...

-¿Quién acudirá?

-Hay autoridades invitadas del Ayuntamiento, de la Fundación, el decano de la Facultad Padre Ossó, profesores jubilados... resulta que pensábamos que iba a haber aforo y este fin de semana se eliminó, así que no invitamos a tantos como nos habría gustado.

-¿Cómo ha ido evolucionando el centro desde su fundación?

-En el equipo directivo no hay ninguna religiosa. Cuando yo empecé eran muchas hermanas y las seglares éramos poquitas personas. Se hizo la fundación para dejar en manos de los seglares los colegios. Es un cambio muy grande. Ellas tuvieron la previsión porque precisamente eran cada vez menos. Recibimos formación, pero está en nuestras manos. Los demás cambios son en general los de todos los coles. La manera de enseñar ha ido cambiando pero mantenemos algunas cosas, como el cuarto de hora de oración que dedicamos todas las mañanas, que ha ido evolucionando. Ahora se dedica a otras cosas, sobre todo a la reflexión. Y seguimos con las fiestas de siempre. Ahora va por clases por culpa de la pandemia, pero esperamos volver a tener las eucaristías de todo el colegio.

-Es decir, que se mantienen los valores iniciales con los que las teresianas comenzaron su andadura.

-Nos hemos modernizado, pero precisamente intentamos velar con más fuerza en que se mantengan esos valores fundamentales al estar las seglares. Hacemos mucho énfasis en la formación del profesorado y desde Madrid también lo cuidan mucho. Si ves nuestro plan de formación hay una parte importante religiosa para poder seguir cuidando y desarrollando este aspecto de la educación.

-¿Cuál considera que es uno de los puntos fuentes del Santa Teresa de Jesús?

-Una de las cosas que vendemos mucho es la situación privilegiada que tenemos. Las vistas, la naturaleza, el aire libre... las religiosas tuvieron visión en ese sentido. Cuando se sacó el colegio de González Besada habían pensado en El Cristo, pero salía muy caro, así que miraron en el Naranco y se quedaron aquí porque era más asequible; acertaron al cien por cien.

-¿Cómo afrontan este curso tras el parón por la pandemia?

-El viernes pasado salió la nueva orden de consejería y en los recreos ya estarán libres. Estaban encarcelados, había zonificación, pero a partir de ayer ya pueden estar en el cole. Lo que pasa es que nosotros de momento vamos a ser conservadores, abriremos poco a poco, mantendremos separación entre Primaria, Secundaria y B en los recreos. Siempre coincidían todos los cursos en el colegio porque era una manera de cuidar la relación personal y estar juntos en la misma sala de café. Hemos vuelto a los horarios, pero es una pena haber perdido eso, porque es otra forma de cuidar la idea de familia teresiana, que es la razón por la que intentamos incluir a las familias y hacer actividades interetapas, por ejemplo, para relacionarnos. Lo vamos a mantener así porque a mí me da miedo que nos contagiemos o que pase algo.

-¿Qué nuevos proyectos tienen en marcha?

-Estamos haciendo mucho hincapié en proyectos interdisciplinares; queremos volver a revitalizarlos. Y el año pasado comenzamos con un proyecto de interioridad, es una especie de 'mindfullness' que cuenta con su propio aula.

-¿Y en qué consiste?

-Se lleva a cabo desde Infantil hasta tercero de la ESO, consta de unas sesiones establecidas e implica una metodología activa en la que el alumno es protagonista experiencia: tocan, sienten, descubren y ponen nombre a lo experimentado gracias al uso de herramientas que, en su mayoría, forman parte de nuestra tradición espiritual teresiana. Además, estos aprendizajes son aplicables y transportables a otros momentos de la vida.