Oviedo estudia duplicar la superficie de las terrazas hosteleras

El Ayuntamiento estudia la ampliación de la superficie de las terrazas hosteleras en un 100% para que los establecimientos no pierdan capacidad a partir del próximo lunes, cuando tendrán permiso para abrir con la mitad de las mesas concedidas en su licencia. Según fuentes de la Concejalía de Infraestructuras, tras la reunión del pasado martes con el concejal de Hostelería y Turismo, técnicos municipales y Otea «se están estudiando medidas similares» a las tomadas ayer por el Consistorio de Gijón, donde la medida de duplicar las superficies de las terrazas entrará en vigor la próxima semana.

En Oviedo, cuando se implante «se hará respetando las restricciones de la ordenanza de terrazas, la distancia con las fachadas» y asegurando la accesibilidad y el paso de peatones, indicaron las mismas fuentes municipales. En ese sentido, «se está estudiando como posibilidad para que tenga todas las garantías jurídicas y seguridad plena para hosteleros y usuarios», añadieron.

Son varios los problemas que plantea la ampliación. Si las terrazas ocupan espacios de escaparates próximos, los hosteleros deberán contar con la aquiescencia de sus propietarios. Igual que con las comunidades de vecinos si alcanzan un portal de un edificio.

En cuanto a la duración del paquete de ayudas al sector, Otea solicitó que se alarguen hasta final de año y no caduquen con el levantamiento del estado de alarma. El Ayuntamiento lo ve razonable, tanto en la concesión de más espacio para las terrazas como en la exención de la tasa correspondiente.

En cuanto al encaje legal, desde el Consistorio pisan con pies de plomo. Una posibilidad es introducir la medida mediante una resolución de Alcaldía o bando como ocurrió con el que dictó Alfredo Canteli en los primera días del confinamiento para regular la emisión de música mediante aparatos amplificados por las ventanas, pese a que la ordenanza de ruido lo prohibe.

Dentro del desánimo del sector y las críticas a las administraciones por la incertidumbre hay quien sí abrirá la próxima semana. Es el caso del Cadillac, el bar ubicado en la Losa. «Somos unos privilegiados porque tenemos una terraza de más de 100 metros cuadrados con 20 mesas», indicó ayer uno de sus propietarios, Javier Velasco. «Somos dos autónomos y probaremos quizás no el lunes, porque dan mal tiempo, pero sí durante la próxima semana», añadió explicando que lo hacen «más por tratar de volver a la normalidad y animar a la gente que por que vaya a ser rentable económicamente». «Quizás podamos sacar a un trabajador del ERTE», aventuró.

La casa de comidas La Aldea, en Santa Marina de Piedramuelle también se apresta a la apertura. «Tenemos una terraza propia y somos un restaurante que sirve a muchos trabajadores con el menú del día y lo vamos a intentar», relató María Fernández, la propietaria, en medio de la tarea de adecentar el local.

Sin embargo, la situación de la mayoría de los bares y restaurantes de la ciudad es la contraria. Ayer se volvieron a repetir las protestas de los hosteleros bajo el lema 'Abrir bien, abrir seguro', con las que pretenden que las administraciones tomen medidas hasta que se pueda producir una apertura completa.