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El Principado hará una ley en defensa de los derechos de la comunidad LGTBI
Centenares de personas muestran su apoyo a Kevin Rubio, el joven que sufrió el sábado una agresión homófoba, en una concentración en La Escandalera
ROSALÍA F. AGUDÍN
Lunes, 6 de diciembre 2021, 20:11
La plaza de la Escandalera se quedó esta tarde pequeña para acoger a las centenares de personas que han condenado la agresión homófoba sufrida por el joven Kevin Rubio, de 21 años, la madrugada del pasado sábado bajo el grito de «maricón de mierda» en un local de la calle Mon. Entre ellos se encontraba el presidente regional, Adrián Barbón, quien anunció que se reunirán con los colectivos para la redacción de una Ley en defensa de la comunidad LGTBI y para luchar contra la LGTBIfobia.
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Entre los asistentes se encontraba la víctima quien relató que se encuentra bien, se está recuperando de las heridas sufridas y sigue sin oír del oído izquierdo, que tiene cubierto. Todo ello consecuencia de los golpes que sufrió.
También acudieron representantes de PP, Podemos y Foro a esta manifestación organizada por el colectivo Xega después que el joven relatase que el sábado de madrugada estaba bailando con sus amigas en un local de la calle Mon cuando «tres chicos empezaron a empujarme». Cuando «me giré, me dieron un puñetazo a cada lado de la cabeza y me reventaron un vaso en la nuca». «Por fortuna», la carótida no se vio afectada, pero por las heridas emanó bastante sangre y perdió la audición en un oído. Espera que sea algo momentáneo.
A los supuestos agresores no los conocía de nada y no quería que la situación fuese a más. Sus compañeras intentaron parar el conflicto, pero no cesaron en el intento. «Me miraban con cara de odio y me dieron otro empujón, esta vez fue bastante grande», continuó Rubio.
Una de sus acompañantes escuchó cómo le llamaban «maricón de mierda y me giré para ver qué pasaba». Todo fue muy rápido. «Me dieron un puñetazo a cada lado de la cabeza y me reventaron un vaso en la nuca», narró. Sus amigas entonces realizaron «una barricada» para huir del local para «salvarme», corriendo mientras Rubio sangraba sin parar. «Todo el mundo me tapó para socorrerme», agradeció.
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Ya en la plaza del Ayuntamiento, comenzaron a taponarle las heridas para que no sangrase más, y pronto una patrulla de la Policía Local apareció en el lugar para ayudarles. También fue avisada una ambulancia. Tras unos primeros auxilios en el lugar, después lo trasladaron al servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Allí le sometieron a múltiples pruebas como «resonancia o tac» para descartar lesiones en la cabeza. Estuvo «trece horas». Le pusieron «seis puntos y tres grapas en la cabeza», que se suman a las «cuatro de la nuca como consecuencia de los puñetazos y el vaso que me reventaron la nuca».
La investigación policial continúa.
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