La reforma de la plaza de la Cruz Roja costará más de 2,5 millones de euros

La idea original del Ayuntamiento para la reforma de la Cruz Roja -una raqueta amorfa y perimetral a todo el espacio- ha dado paso a una 'faba' de casi 5.000 metros cuadrados. Un parque que ya tiene nombre - 'Mirador de Santullano', como le han llamado sus redactores-, pero no proyecto. «Lo entregaremos a finales de febrero», explica el arquitecto Felipe Díaz de Miranda. Lo que implica que las obras, si no surgen inconvenientes, podrían arrancar el próximo otoño. La idea, abierta ahora a un periodo de sugerencias, pasa por reducir el espacio para el tráfico en favor de las zonas verdes, los itinerarios peatonales -ninguna acera tendrá menos de tres metros de ancho y el 80% más de cinco- y los carriles bici. Todo, generando un espacio «lúdico y 'estancial'» central, una plaza que arranca desde el nivel de la actual glorieta y mantiene su cota para generar un mirador elevado sobre el tráfico en su extremo norte. La medida sirve además para minimizar las molestias del tráfico, que quedará deprimido respecto a la plaza, sobre el nuevo espacio público.

Esa es la idea, pero convertirla en realidad costará, estiman los técnicos, entre 2,5 y 3 millones de euros, frente a los 680.000 con los que cuenta el Ayuntamiento para la actuación dentro de los fondos Edusi. El resto tendrá que aportarse con recursos propios. El coste es elevado no por la propuesta que se ve, sino por lo que hay debajo y no se ve. «Hay un importante trabajo de redes de servicios públicos que hay que meter ahí, porque la antigua autopista, como carretera general que era, no los tiene», explicó el director general de Infraestructuras, Ignacio Ruiz Latierro.

De hecho, es un trabajo para el futuro porque los casi 32.000 metros cuadrados del ámbito de la operación no tienen continuidad. El siguiente tramo de los que el Ayuntamiento ha considerado para poder digerir la transformación de la entrada a Oviedo desde la 'Y' en un espacio urbano es el de la fábrica de La Vega y, de momento, es intocable. Al otro lado, en la futura glorieta que sustituirá al puente de Ángel Cañedo, también se contempla el desvío del colector Sur bajo la calzada actual. En el futuro, ambas redes estarán conectadas.

Sin proyecto aún, la UTE formada por las empresas asturianas Díaz-Miranda Arquitectos, Configuración e Incenersa hace ya un esbozo de fases de obra para minimizar las inevitables afecciones al tráfico. Propone comenzar con la eliminación de los carriles de salida, para generar el nuevo vial y después comenzar el trazado de la nueva plaza elevada.

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