Alfredo Canteli hace balance de las fiestas de San Mateo: «Han sido un éxito rotundo»

«Las fiestas de San Mateo han sido un éxito rotundo. El que no lo vea así, lo siento por él: son nuestras fiestas, las que prometimos para Oviedo y son un éxito». Tajante, así se ha manifestado a primera hora de esta tarde el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, como balance de las festividades de la capital asturiana durante el reparto del bollo y la botella de vino de la SOF en la plaza de España, después de la misa en la Catedral.

«Como alcalde», ha destacado el regidor, «soy un hombre muy feliz porque veo a la gente disfrutar de estas fiestas que fueron un gran esfuerzo para este equipo de gobierno y que el resultado final es extraordinario», quien ha destacado que las calles son «ríos de gente por todos lados». También los conciertos en el recinto de La Ería, a su juicio, por el que, según sus propios cálculos, «han pasado más de 40.000 personas», la mitad del máximo; o los fuegos artificiales celebrados ayer en el parque Tuero Bertrand de Montecerrao, «los mejores de la historia».

Una felicidad que él mismo ha trasladado a los hosteleros. En sus palabras, y a pesar de las críticas vertidas desde el sector hasta la ampliación del horario de las casetas, el regidor ha recalcado que los hosteleros «están contentos y felices», si bien es cierto que «Oviedo no es solo el centro, sino también El Cristo, La Ería o La Corredoria».

Por eso mismo, ha admitido encontrarse «desconcertado» por la parte de descontento generado entre la ciudadanía por el nuevo modelo mateíno. En concreto, con la manifestación celebrada durante la semana pasada y en la que, tal y como ha señalado Canteli, han participado «dos partidos antagónicos», muestra, según él, «de que los extremos se tocan», y que incluso «uno de ellos necesitó traer refuerzos de Gijón». «Deberían comportarse de otra manera, me da pena de verdad».

Todo, para concluir afirmando que el modelo tradicional de chiringuitos regentados por las asociaciones no va a regresar mientras él sea alcalde, «y espero serlo por muchos años». Es precisamente esa una de las partes que menos gusta a la oposición.

Al reparto del bollo, ese más político, también ha acudido el portavoz del PSOE, Wenceslao López, quien ha expresado su deseo de que «San Mateo vuelva, porque este año nos lo han robado a los ovetenses». En palabras del socialista, que acudió acompañado de sus concejales (entre ellos, Ricardo Fernández y Natalia Santa Bárbara, que compiten por las primarias del partido), «esto no han sido unas fiestas, sino algo privado».

Valoración similar a la que ha realizado la portavoz de la formación Somos Oviedo, Ana Taboada, quien ha recriminado al alcalde su «sectarismo y autoritarismo» y haber «expulsado a los jóvenes de las fiestas, obligándolos al botellón y a ver a la misma orquesta cinco veces». Por todo ello, desde su grupo solicitarán al gobierno local las cuentas de las fiestas, «las más caras de la historia, por 3,4 millones», y que han sido, ha denunciado, un traje a medida «para hosteleros y promotores».

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