Titi deja su puesto ante la Junta General «decepcionado con la clase política»
El hostelero sierense que se manifestaba en una caja con lemas reivindicativos ha puesto fin esta tarde a cuatrocientas horas de protesta por todo el sector
ALBERTO ARCE
Viernes, 22 de enero 2021, 20:11
Después de cuatrocientas largas horas pasando frío, a la intemperie, Patricio Sánchez, 'Titi', el hostelero sierense que se manifestaba dentro de una caja con lemas reivindicativos ante la Junta General del Principado, ha dejado su puesto. Este viernes, a pocos minutos de las ocho de la tarde, echó el último vistazo a la calle Fruela, recogió sus tratos y se despidió de su particular espacio de denuncia. En todo este tiempo, 16 días durante el cerrojazo y 20 en esta segunda tanda, ha logrado participar en un pleno parlamentario y reunirse con el presidente del Gobierno autonómico, Adrián Barbón; sin embargo, se va «decepcionado», porque su lucha no ha conseguido cambiar los planes de «una clase política que se está tomando la situación como un juego».
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En sus palabras, «yo ya he puesto mi granito de arena», sentenció, al tiempo que terminaba de desmontar la estructura. «He conseguido visibilizar a mi manera el drama que estamos viviendo los hosteleros». Además, ha aseverado en declaraciones a este diario, «también he visto la desunión que existe hoy en día en todo el sector». «Unidad». Eso es lo que ha pedido 'Titi' al resto de hosteleros. A los dirigentes políticos, una cosa muy distinta. «Tienen que coger el toro por los cuernos de una vez, ya está bien de torear, alguien tiene que poner soluciones a un problema que solo puede agravarse», ha advertido.
Con todo, de todo este tiempo en su caja, que le ha dejado con una neumonía de la que va a recuperarse a casa, «en lo personal no podría estar más satisfecho», ha narrado. «Las muestras de cariño y sensibilidad de la gente, cada día, van a ser algo que no pueda olvidar tan fácilmente». Uno de sus días ante el parlamento, ha concluído, «una señora me trajo una bolsa llena de comida. Yo no supe cómo decirle que lo que hacía ahí no era pedir, era reivindicar mis derechos, pero me gustaría encontrarla para llevarle una rosa a casa».
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