«Tres colaboradores serán los dueños absolutos de la empresa cuando yo falte»

Con sesenta y dos años de profesión a sus espaldas -cincuenta y cinco en Oviedo- y veintiocho de ellos colaborando con la Selección Española de Fútbol, el psicoesteta Ramiro Fernández, de 78 años, acumula una larga experiencia que espera ampliar, ya que no piensa en jubilarse, y recurre al refranero con aquello de 'cada maestrillo tiene su librillo' para dar las claves de su éxito. El suyo, confesó ayer durante una charla en la Cámara de Comercio de Oviedo, está en cuidar al máximo la atención al cliente y a sus trabajadores.

Durante su dilatada vida profesional ha dado empleo a 128 colaboradores, de los que 118 aún se dedican al negocio y nueve continúan a su lado. Precisamente, al referirse a estos lanzó ayer una «primicia» relacionada con sus planes en un futuro: «Tres de los colaboradores que empezaron conmigo de pinches serán los dueños absolutos de la empresa cuando yo falte. Tendrán tanto el local como las obras de arte», desveló ayer al mediodía durante ese encuentro con comerciantes.

Entre los asistentes, Nacho del Río, Luis Bobes y Carlos de la Torre, que ofició de presentador. Tras unas palabras iniciales, el psicoesteta enumeró algunos principios que inculca a su plantilla, como alejarse de los cotilleos o «echarle el tiempo que sea necesario a los clientes; ni más, ni menos». Por su parte, él organiza «cada quince días, excepto los tres meses de verano, una reunión de una hora de duración» para abordar «los errores y fisuras, y el primero en empezar soy yo porque también los cometo». «Nosotros vivimos del público y hay que transmitir entusiasmo, estar al día y conocimientos», abundó. También detalló otras costumbres, como que si una familia va al salón con un niño, la recepcionista tiene la obligación de hablar primero al pequeño y preguntarle su nombre: «En los pequeños detalles siento la inmensa satisfacción; hay que cuidar constantemente al cliente».

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