El turismo nacional como tabla de salvación

Tras seis semanas sin huéspedes, con la Semana Santa por el medio, los hosteleros de Oviedo miran ahora al turismo nacional para «salvar» el verano y el otoño. La crisis del COVID-19 ha golpeado de lleno al sector turístico y a los hoteles, con casi 5.500 plazas en la capital asturiana. Desde que se decretó el estado de alarma el goteo de cancelaciones es constante. Algunos clientes previstos para agosto y septiembre anulan y otros piden un traslado de fechas. Entran algunas reservas, «pero son muy puntuales».

Esta crisis sanitaria también ha obligado a muchos novios a cancelar sus bodas. Las de mayo y junio ya se dan por perdidas. Julio y agosto en muchos casos se mantienen a la espera de qué vaya a pasar. Así que los hoteles buscan alternativas a este tipo de eventos para mantener la actividad.

La incertidumbre del sector es enorme sin fecha para levantar el confinamiento y facilitar la movilidad, medida indispensable para arrancar de nuevo. También permanece pendientes de definición las medidas higiénico sanitarias para intentar recuperar la normalidad en este tipo de establecimientos.

En lo que todos coinciden es en que será el turismo nacional el que les ayude a remontar el año. «En todos los foros en los que participo se habla de la confianza en el turismo nacional. Creemos que el internacional va a costar reactivarlo», señala Ángel Zubizarreta, director del Hotel Silken Monumental Naranco. Para Fernando Corral, director del hotel Fruela y vicepresidente de Alojamiento de Otea, el turismo internacional «desapareció al 100%». Solo se acercarán los procedentes de Portugal y Francia «por carretera». Óscar Cao, responsable del hotel Barceló Cervantes, expone que Oviedo ya «es una ciudad con un 90% de cliente nacional» y Fernando Sánchez, de Las Caldas, que «confiaremos más que nunca en los viajes locales». Esa es la línea que marca Fernando Sánchez, que siempre ha confiado en el turismo local «y ahora más que nunca en los viajeros locales».

El director del Ayre Hotel Ramiro I, Alejandro Álvarez, indica que las cancelaciones son a corto plazo. Y muestra igualmente su confianza en el cliente nacional: «Entendemos que el internacional no va a viajar».

Por su parte, Lucía Álvarez, subdirectora del Hotel de La Reconquista, apunta que el turismo nacional «será el que se pueda mover. Supongo que todas las estrategias de marketing irán encauzadas hacia él». Elena Mayor, del hotel Oca Santo Domingo Plaza, tiene confianza en el cliente nacional y quiere ser optimista de cara al segundo semestre, igual que Marta Bravo, dueña del hotel Vetusta.

En el Castillo del Bosque La Zoreda, Álvaro Entrialgo indica que las cancelaciones de turismo extranjero corresponden a grupos del sector deportivo.

Pero si algo queda claro es que la crisis sanitaria también afecta a los apartamentos turísticos. Mónica Blanco coincide en que el futuro, este año, será para el turismo nacional.