«La cultura de la sidra no está reñida con la limpieza»

En Gascona se viven dos realidades encontradas. Una, la de los trece hosteleros del Bulevar de la Sidra que, según cifran, crean trescientos puestos de trabajo, promueven y promocionan la tradición, cultura y gastronomía ovetense y asturiana, y garantizan la seguridad y la convivencia. Otra, la de los vecinos de esta calle e Indalecio Prieto -suman un millar, según la asociación que aúna esta dos vías-, que dicen que la «cultura de la sidra no tiene por qué estar reñida con la limpieza» y denuncian ruidos, suciedad, inseguridad y espacios públicos ocupados por clientes de negocios privados. Todo, sostienen, con el «favoritismo» del Ayuntamiento.

Tras años de diferencias, la falta de entendimiento entre ambas partes les ha impedido alcanzar un acuerdo de convivencia, llegando incluso a los tribunales. Los chigreros aseguran que el colectivo que les critica, y que ha colgado carteles en las ventanas, apenas son una ínfima parte de los residentes de la zona. El viernes les tendieron la mano a negociar y estos les respondieron ayer enviando un escrito con noventa y dos fotografías para «dar a conocer una situación insostenible» que, critican, cuenta con el «permanente apoyo» del Consistorio, bien a través de ayudas (desde el mes de marzo «abonó 19.813 euros en contratos menores de promoción»), o bien no atendiendo, aseguran, las veintiún denuncias presentadas en los últimos siete meses.

En su día a día, dicen sufrir la ocupación de sus portales por camiones de carga y descarga en horas de reparto mientras las terrazas están vacías, «algarabía, desmadre, botellón y molestias infinitas» en las ferias, fiestas, mercados, cancios de chigre, gaiteros y grupos de música, «pasillos de peatones ocupados invariablemente para uso y servicio de las sidrerías», un letrero luminoso «sin licencia municipal» con riesgo, alertan, de volver a caerse, y suciedad en esas dos calles como «nota distintiva, sin olvidar los extractores y chimeneas». También lamentan la ocupación de Indalecio Prieto por las obras de El Vasco.