La nave de cañones, en una de las actividad organizadas por la Fundación Municipal de Cultura. P. LORENZANA

La Vega refuerza el objetivo de convertir a Oviedo en la capital biosanitaria del norte

El polo tecnológico que el Principado desarrollará como epicentro en la nave de cañones remará en esta dirección. Ya se buscan empresas

P. ALVEAR / R. AGUDÍN

OVIEDO.

Lunes, 25 de julio 2022, 03:42

El presidente del Principado, Adrián Barbón, anticipó durante la colocación de la primera piedra del IPLA, en enero de 2021, que el objetivo es «convertir ... a Oviedo en la gran capital biosanitaria del norte de España», una «ambición» que comenzó en el año 2014 con la creación del HUCA en La Cadellada. El polo biosanitario previsto en La Vega, y en el que ya trabajan la Consejería de Ciencia y la propia Cámara de Comercio de Oviedo, remará en esta dirección que está claramente apuntalada.

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La I+D+i de la salud se traduce en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA), la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado (Finba), el Vivero de Ciencias de la Salud (Vivarium), la Universidad de Oviedo, el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar) y, en breve, el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), estos dos centros del CSIC.

Oviedo se mueve por un objetivo, ser capital biosanitaria del norte, y en una misma dirección: La Vega, el HUCA y La Corredoria: la parte baja de la ciudad frente a la alta, coronada por 229.691 metros cuadrados de El Cristo, cuya reordenación acaba de sufrir un nuevo parón.

En documento de intenciones de La Vega, rubricado en Madrid este pasado viernes por la ministra de Defensa, el presidente del Principado y el alcalde de Oviedo, supondrá el derribo de los muros de la vieja fábrica y su integración de la ciudad, a cambio de compensaciones de edificabilidad a su actual propietario, el Estado, que en 1856 confiscó estos terrenos a las monjas. Ello, además de la necesidad de aportar «fondos propios» por parte de las administraciones regional y local para hacer viable la operación y que siga generando puestos de trabajo, como ha ocurrido hasta 2012.

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«Con el HUCA y la Fundación para la Investigación Biosanitaria (FINBA) a tiro de piedra, sería absurdo desperdiciar el potencial de La Vega para contribuir a la creación de un gran polo biosanitario en Oviedo, un polo que aspiramos a convertir en un referente nacional. Seamos ambiciosos y pensemos en grande, porque hay mimbres para ello», animó el presidente del Principado.

La Consejería de Ciencia, aseguró, ya está trabajando en ese proyecto, que encaja con la Estrategia de Especialización Inteligente. Y tiene un firme aliado: la Cámara de Comercio. De momento, están a la espera de saber si disponen de fondos Feder. Desde la entidad presidida por Carlos Paniceres subrayaron que el plan de La Vega «supondrá para Oviedo y Asturias un importante hito y servirá sin duda, para el desarrollo de actividad económica en este suelo, siendo un gran acicate de cara a la implantación de nuevas empresas innovadoras y que estas puedan generar puestos de trabajo cualificados con valor añadido para la región, teniendo en cuenta y en especial la retención y atracción de talento de jóvenes asturianos».

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La nave de cañones, epicentro de este polo biosanitario, es una de las joyas patrimoniales que alberga La Vega (que cuenta con 45 edificaciones de la que 25 serán derribadas para liberar suelos para pisos o zonas verdes).

Diseñada por Ildefonso Sánchez del Río en 1940, se someterá a una rehabilitación «completa», responsabilidad del Principado, para «fomentar el uso científico y tecnológico» misma, y además otras dos naves del recinto, según las primeras intenciones, también cooperarán con el objetivo.

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La Cámara de Comercio ya ha mantenido contactos discretos con grandes empresas del sector de la farma industria y con 'start up' de la región con el objetivo de ir haciendo los deberes para que La Vega se erija en uno de los ejes vertebrales de la Asturias del futuro y como, coincidieron tanto Barbón como Paniceres en declaraciones, con un «carácter absolutamente metropolitano».

Sinergias

Carlos Súárez, exdirector científico del ISPA, insistió ayer en la necesidad de «tener acuerdos con empresas importantes del sector». Y lo explicó: «La Universidad y el HUCA pueden general pequeñas 'spin off' (empresas de tecnología), pero un polo de desarrollo biosanitario requiere empresas potentes», y que estén relacionadas con «los puntos fuertes» del HUCA y también del ISPA, como envejecimiento o cáncer. Suárez insistió en que «debe haber un beneficio mutuo potenciado por el conocimiento de grandes empresas importantes del sector». Para que no se quede en una mera declaración de intereses, abundó en la necesidad de «implicar a todos los actores posibles para que el polo sea un éxito».

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El director del ISPA quiso dejar claro que en Oviedo «hay buenos grupos de investigación, pero podía haber más. No se ha hecho el esfuerzo suficiente para traer investigadores de potencia». El HUCA también, agregó, «debería cambiar de estrategia para captar gente de fuera preparada para el sector clínico y de investigación» y no ceñirse a requisitos como que primen la antigüedad en detrimento de la preparación.

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