«El verdadero frente del no es el equipo de gobierno: Votan en contra de todo»

–¿Ha cambiado algo en Vox tras la marcha de Elena Figaredo?

–No ha cambiado nada. Nuestro compromiso y nuestro nivel de trabajo siguen intactos con una alta intensidad. Mañanas, tardes, sábados y domingos... Hemos venido a trabajar y así vamos a seguir. Pateando cada rincón de Oviedo y escuchando a cada vecino. Y así vamos a seguir hasta el final del mandato.

–¿Sólo hasta el final? ¿No cree que vaya a estar en 2027 al frente de la formación en Oviedo?

–Yo estaré donde el partido me necesite. Ha sido siempre así desde que entre en 2017. Donde me requieran estaré. Mi compromiso es con el partido y estaré siempre a disposición. Yo no tengo miedo a nada. Tengo mi vida y mi trabajo; estoy aquí por unos principios, unos valores y por un proyecto en el que creo.

–¿Cómo es el día a día de trabajo en Vox?

–Es muy dinámico. Constantemente estamos en contacto con los vecinos y es un trabajo muy intenso en equipo.

–Se han quedado por debajo en concejales de IU.

–Pero a nivel de trabajo no.

–¿Cuál es el balance tras este año y medio en el Ayuntamiento?

–No venimos de la política. Esto es un máster en el sentido más amplio de la palabra. Estamos aprendiendo mucho, conociendo a mucha gente, los vecinos saben que estamos plenamente disponibles para ellos. El mundo de la administración es distinto al ámbito privado, pero el balance es muy positivo.

–¿Y el de la gestión municipal?

–Nefasto. Muy mejorable. Hacen suya la idea de que «el dinero público no es de nadie» y por eso no lo cuidan como si fuese suyo. En una palabra: despilfarro.

–Ponga ejemplos, por favor.

–El Palacio de los Deportes es el mayor ejemplo de despilfarro y descontrol.

–Han denunciado «irregularidades» en estas obras. ¿Piensan acudir a los tribunales?

–Está todo en manos de nuestros servicios jurídicos en Madrid, valorando esa posibilidad. Nos han acusado de entorpecer el trabajo, de señalar con el dedo, pero lo único que buscamos son respuestas, porque es el dinero de los ovetenses y hay que gestionarlo bien; no puede ser que se despilfarre. No nos dan respuestas, son todo evasivas. Irregularidades hay. Se han certificado y pagado unidades de obra que luego desaparecen o se cambian por otras. Esto genera unos sobrecostes y una ampliación de plazos inaceptables. Nosotros preguntamos para que los vecinos sepan qué se hace con su dinero, porque esos sobrecostes del Palacio de los Deportes no se van a destinar ya a asfaltar carreteras, mejorar el alumbrado...

–¿Pero han encontrado indicios de ilegalidad?

–Cuando tú certificas algo que se ha pagado y luego desaparece para hacer algo distinto... Es muy grave. Es muy técnico, pero según Nacho Cuesta, no se ha certificado ni una sola unidad de obra que no esté ejecutada. Con lo cual, si está certificado, Nacho Cuesta dice que está ejecutado, pero si luego no está en el modificado del contrato. Hemos visto el expediente, de ahí que salgan tantas dudas. Una obra de estas características debe tener un control mucho más riguroso. Sólo hay que pensar que estuvo cuatro meses sin dirección de obra. El PP gobierna a base de ocurrencias. Total, como no lo pagan ellos.

–¿Han tratado de hablar de esto con el alcalde?

–No nos gustan las reuniones opacas en despachos para llegar a acuerdos. ¿A qué voy a ir yo a un despacho? Somos transparentes y utilizamos las herramientas a nuestra disposición para preguntar y que conste en acta.

–¿Cómo es su relación con Canteli?

–No hay ninguna relación.

–¿Cómo están asistiendo al desarrollo de La Vega?

–Es fundamental que se lleve a cabo ya la revisión del PGO, porque sin ese documento todo lo que se haga en Oviedo son parches y se va a ir haciendo mal, pero no me parece que se vaya a realizar durante este mandato. Falta de voluntad política. Cuando quieren algo, lo consiguen, sólo hay que ver el asunto del Calatrava.

–Ustedes se oponen al vial.

–Hay alternativas a ese vial y no es necesario que atraviese La Vega, pero no es lo único. No hay necesidad de incluir ese número tan grande de viviendas, porque eso implica que el desarrollo de la zona se paralice, ya que hay mucho suelo para viviendas en los alrededores. Y es fundamental que se lleve a cabo el estudio arqueológico completo para saber qué se va a encontrar.

–¿Y el Calatrava?

–Un desastre. Intentan justificar lo injustificable. Adquirieron un inmueble por 4 millones y el IBI lo pagan los ovetenses. No hay informes técnicos que avalen que todo está en perfecto estado, porque han sido inspecciones visuales, tampoco conocemos el plan de usos. Nosotros decimos que no había ninguna prisa, que se podía haber hecho bien. Y luego está el tema del aparcamiento, que dicen que hay muchas empresas interesadas, pero lo ponemos en duda.

–También se oponen a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones.

–Es así porque restringe la libertad de circulación de los ciudadanos y los más perjudicados son las familias que no tienen dinero para cambiar de coche. ¿Quién va a usar el carril bici? Luego, otro asunto, van a mejorar la calidad del aire, pero a costa de aumentar la circulación en otras zonas.

–¿Qué le parece que el PP esté más dispuesto a pactar con IU que con Vox, su aliado natural?

–No es el PP, es Canteli. Si no estuviese Canteli, que no es del PP por mucho que él diga que sí, el PP no habría tenido ese acercamiento a IU. Hay que ver un poco más allá. ¿Cuál es la motivación de ese pacto, qué tiene IU en el Principado, quién llega a acuerdos con IU dentro del PP? No llegan todas las concejalías. No es sólo un tema de imagen política, aquí hay más intereses. Cada uno juega sus cartas como quiere, pero tal vez Canteli se sienta amenazado por Vox, porque somos los que realmente le podemos quitar votos al PP si demostramos a los ciudadanos que incumple sus promesas, que desatiende la zona rural y que el único porvenir que quiere para Oviedo es el sector servicios y la hostelería.

–¿No hay posibilidad de acuerdo con el PP?

–Claro que sí. Todas las propuestas que hemos llevado están fuera de lo ideológico y pueden decir perfectamente que sí. No lo han hecho porque no han querido. El verdadero frente del no es el equipo de gobierno. Votan en contra de todo lo que proponemos. Para ellos, llegar a acuerdos es «yo te doy y tú me das», y nosotros damos cuando algo es bueno para Oviedo, independientemente de otras opiniones. Vox ha llegado a acuerdos en toda España con el PP, así que el problema no lo tenemos nosotros. El problema es que te atacan cuando dices algo que no gusta al equipo de gobierno.

–Votaron a favor de la propuesta del PSOE de la capitalidad cultural en el Pleno.

–Sí, pero creo que ese proyecto no contaban con hacerlo. Ojalá que sí, pero cuando se hacen las cosas aprisa y corriendo, no suelen salir bien.

–¿No considera que se haya hecho algo bien en estos años de gobierno del PP?

–No es verdad que haya más empresas. Más gente, sí y habrá sectores beneficiados, pero hay que buscar un equilibrio, otro futuro. No quiero que mis hijos tengan que vivir sí o sí del turismo o la hostelería. No hay industria, no hay ingenierías... Y la burbuja del turismo es peligrosa, porque Oviedo está de moda hoy, pero no sabemos si mañana lo estará.

–¿No temen tener a los hosteleros en contra?

–Hay para todos.

–¿Oviedo tiene un problema de pisos turísticos y de vivienda?

–Estamos esperando el informe sobre los pisos turísticos. De vivienda sí hay un problema. Con los sueldos que hay en la actualidad, ¿cómo pretenden que la gente consuma? Y el empleo que se está fomentando en Oviedo es precario y temporal. También está la Ley de Vivienda. A los propietarios les da miedo alquilar.

–¿Se puede hacer algo desde el ámbito municipal?

–Siempre se pueden hacer cosas, pero si tu aliado es la izquierda radical, la solución será a base de penalizaciones.

–¿Oviedo puede perder el centro de Tess Defence por la falta de suelo industrial?

–No tenemos ubicación posible. Hay que plantear un Oviedo con otro futuro, y eso pasa por revisar el PGO. Ahí está San Claudio y la ampliación de los polígonos si es posible. Es cambiar el modelo de ciudad y, por otro lado, en El Antiguo, lograr un equilibrio entre la actividad residencial, comercial y turística. En la actualidad es desolador.

–¿Qué opina de los alcaldes de barrio?

–Es una telaraña. Ya no es tanto lo que hacen, sino cómo lo hacen. Bastaría con no ponerlos a dedo y fomentar la participación ciudadana.

–Habla de participación ciudadana como la izquierda.

–Es fundamental. Otra cosa es que pretendas hacer de la participación ciudadana una dictadura. ¿Quién mejor que los vecinos de un barrio para decirte lo que necesitan? Hay que escucharles y no mentirles.