Crecida de folclore en el Nalón

Mientras las peñas se dejan los cuernos, las siestas y las manos en solucionar los imprevistos de última hora y en poner a punto las cuarenta embarcaciones que mañana se lanzarán al 52 Descenso Folklórico del Nalón, muchos otros se preparan para dar inicio, hoy, a los cuatro días de fiestas que rodean a la que se ha convertido en cita imprescindible del verano asturiano y que, Ministerio mediante, tiene todas las papeletas para convertirse pronto en festejo de Interés Turístico Nacional.

«El 95% del trabajo ya está hecho», concede Pablo Vázquez, cabeza visible de la asociación cultural que lo organiza. Pero «siempre quedan problemas por solucionar» a contrarreloj, mientras el resto de Laviana ya disfruta.

Porque, un año más, el descenso comenzará bastante antes de tocar el agua. Esta tarde arrancarán las actividades del festival, con la apertura del recinto en el prau Nardón a las seis de la tarde. A esa hora a se inaugurará –con la muestra fotográfica 'Ecos de Laviana', de José Manuel Rodríguez Calleja– la que será la segunda carpa de Espacio 3D, una iniciativa surgida el año pasado y que esta vez volverá a ceder su espacio a la divulgación histórica, hoy; científica, el domingo, y literaria, el lunes, con variadas conferencias.

Habrá pues un buen sitio donde difundir conocimiento, pero no faltará, no podría, espacio para lo lúdico. Y con ello, para la música, que cada noche, a las nueve y media, se abrirá hueco en el escenario del gastrodescenso –con las actuaciones de Trujas, Barón y Los Dandis, Calamardos y La Versión de los Hechos–, para acomodarse más tarde en las verbenas nocturnas a cargo de D'moda y Grupo Beatriz. Así, hasta el plato fuerte de los directos, que también será el postre de las celebraciones y cerrará el festival la medianoche del lunes, cocinado por los vallisoletanos Celtas Cortos.

La tercera pata será solidaria. El domingo tendrá lugar, a las 17 horas, la carrera contra el cáncer, con salida y llegada al recinto del festival.

Estos tres pilares elevan la jornada del sábado, la más importante y en la que 4.058 personas se confiarán a los artilugios cuidadosamente elaborados, en la que ha sido la seguda inscripción más alta de la historia, solo por detrás de la del 50 aniversario. El desfile comenzará a las 15.30 horas en Mariano Menéndez y el descenso, sobre las 18.30, desde el Puente d'Arcu.

«Tenemos que consolidar todas las novedades que hemos ido introduciendo los últimos años», explica Vázquez. De momento, calma: «El relevo generacional está asegurado». En parte, también, a las becas que tratan de devolver el esplendor a una categoría infantil otrora mucho más vigorosa. Hoy, buena parte de los menores –que haberlos haylos–, compiten en la categoría de mayores con sus padres. Es de esperar que, en un festival ya cincuentón, comiencen a abundar las canas entre los participantes. No se trata tanto de que no haya quien recoja el testigo como de la reticencia de los veteranos a salir del agua. Ni falta.