Los merenderos imprescindibles de Gijón para disfrutar del verano

Con la llegada del buen tiempo, los merenderos se convierten en una opción más que recomendable para disfrutar las jornadas veraniegas en un entorno magnífico y sacarles el máximo partido. Existen varias opciones en Gijón que nos trasladan a veranos de noches de cielos estrellados, sidra en las calles y a la pura esencia asturiana de aunar paraíso, aire libre y gastronomía.

En las últimas décadas, han vuelto a alcanzar un nuevo apogeo como lugares de esparcimiento para familias con niños o para la gente joven. Algunos buscan también atraer a todo tipo de clientela, permitiendo el acceso de mascotas. Son parientes lejanos del moderno chiringuito de playa de las zonas más turísticas, pero, al menos en el Principado, poco tienen que ver, y una de las razones de peso de su diferencia es la solera que atesoran en muchos casos.

Aquí va un listado de estos oasis ideales para las tardes de verano; esos momentos cuando más prestan los rayos del sol que invitan a disfrutar de la jornada libre.

Entre los establecimientos con más historia destacan en el área de Gijón, Casa Yoli, en el barrio de San Antonio de Deva, con fecha de apertura como chigre en 1901, y su vecino cercano El Chabolu, igualmente con un siglo a sus espaldas. Casa Arturo en La Guía, desde 1952, y El Rinconín de Deva, de 1968, son referencias del 'merenderismo' de toda la vida, a las que han seguido posteriormente otros como El Cruce, en Cabueñes.

Fernando Rodríguez y Verónica Pousa llevan dos décadas a cargo de este restaurante situado en Somió. Ofrecen menú del día, así como tapas para degustar la gastronomía asturiana en su zona verde, terraza o debajo de un hórreo.

La Huerta, tan cerca del Gijón urbano y tan dentro de las frondas rurales, con la torre de La Laboral al fondo, posee un comedor con un jardín y una terraza ante la fachada principal, y un amplio y posterior merendero. Su precioso jardín terraza nos da la bienvenida a este antiguo llagar situado en Cabueñes, cerca del hospital. Posee aparcamiento, un acogedor comedor de piedra y un extenso merendero con zona infantil.

En un entorno privilegiado como es la playa de la Ñora, donde se sitúa La Cabaña; un tradicional merendero de prao, mesas y bancos fijos, a las que se añaden las terrazas techadas y los comedores interiores. Ideal para un día soleado para pasar unas horas en la playa y, luego, ir con los niños a merendar.

En la parte que se adentra más en Cabueñes está La Fontaine, un merendero que ofrece una cocina tradicional asturiana elaborada con los productos de la región. Algunas de sus especialidades son el arroz con bugre, el pollo al ajillo, los chipirones afogaos y el conejo a la parrilla.

Un referente en los merenderos de Gijón desde 1968. Hoy en día es regentado por Fernando González Hidalgo y ofrece platos parrilleros, ensaladas, paellas y cordero asado o cochinillo por encargo, que maridan perfectamente con sidra Piñera, Arsenio y Trabanco Selección. Tienen un gran aparcamiento y zona infantil. Este clásico gijonés tiene un proyecto vigente, pues remodelará su estructura: todo crecerá en tamaño y capacidad y cambiará su imagen para adecuarse a los tiempos y mejorar el servicio hostelero que se ofrece en la actualidad.

Este conocido restaurante ubicado en Cabueñes ha sido regentado por Luis Meana durante 30 años. Tiene aparcamiento, dos terrazas, comedor, zona infantil y un amplio merendero, con mesas de piedra y madera, que ofrece servicio de camareros para comidas y cenas.

Un merendero de Gijón ideal para pasar la tarde en sus amplios jardines en pleno barrio de La Guía. Siete décadas a sus espaldas, ahí es nada. Empezó como merendero familiar y eso se nota en su carta, muy apegada a la comida tradicional asturiana.

Ocupa un rincón entre el Botánico y Deva. Aquí se puede degustar su famosa fabada, hígado encebollado o menestra a la sombra de los manzanos, mientras tomamos unas botellas de sidra de producción propia.

Beatriz García y Juan Manuel Caso están al frente de este merendero desde 1991, heredado de la madre de Juan 90 años después de su apertura. Sus famosas tortillas, junto con platos típicos asturianos como los callos, cebollas rellenas y pitu de caleya pueden degustarse en el comedor o el merendero, que consta de 20 mesas, y donde también puedes llevar tu propia comida.

Abierto en 1969 en Santurio, tiene tres zonas bien delimitadas: restaurante para celebrar reuniones familiares, tales como bodas, comuniones, bautizos y fiestas de cumpleaños; una terraza cubierta; y una zona exterior.

Aunque no es un merendero propiamente dicho, puesto que es más un restaurante, también tiene cabida como tal. En la quinta, emplazada en las inmediaciones de la carretera de Deva, se celebran todo tipo de eventos, cenas de empresa, reuniones, comuniones e incluso bodas. También tiene una pequeña zona infantil con dos columpios.

Situado en Cabueñes, este merendero tiene parrilla de leña en la zona del bar, y un espectacular comedor, así como zona exterior con juegos para niños y un gran aparcamiento. Un desvío nos mete en su requexu de quintana acogedora de chigre, comedores amplios, cristaleras, terrazas, hórreos, sombras de tejadillos y toldos, merendero antañón y el siempre benefactor techo de pontas y sobigaños.

Este merendero lleva abierto más de un siglo. Se sitúa en Deva, junto al río Peñafrancia, y tiene porche cubierto, jardín y comedor con chimenea. Aquí se puede degustar queso Cabrales, tortilla española con algas, tortos con picadillo o pulpín con patatines, para finalizar con un delicioso arroz con leche casero. Ofrecen sidra del llagar Piñera.

Se encuentra en la carretera a Peón, siguiendo el desvió que lleva al cementerio de Deva desde el alto del Infanzón. El local, además de sus salones, dispone de una terraza en la parte delantera del local, así como otra en la parte posterior, además de una amplia zona de juegos para los más peques.

A la futura remodelación de El Rinconín de Deva se sumará la recuperación del histórico merendero de La Escayosa en El Rinconín, que promueve una empresa vinculada a la organización del Festival Tsunami. Tras dos años de trámites administrativos ya solo falta una última autorización del Principado para iniciar mes y medio de obras de adecuación. En una parcela de 3.400 metros cuadrados se reformarán las construcciones existentes para poder disfrutar de las puestas de sol con vistas al Cabo Peñas. Este establecimiento, una parcela de 3.400 metros cuadrados junto a la senda costera, entre el parque del Rinconín y el Camping Gijón Costa Surf, oscilará entre «merendero, chiringuito de playa y beach club».

Habrá una zona de cocina donde se elaborará la comida y otro espacio que funcionará como bar para dispensar bebidas. También contará con una amplia terraza con mesas, sillas y sombrillas y dotación de baños completa para hombres, mujeres y accesible a minusválidos.

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