El merendero de La Escayosa recibe autorización para reabrir este verano

La junta de gobierno aprobó ayer la concesión de las licencias de obra y ambiental para la apertura de un merendero en los terrenos que ocupaba el de La Escayosa, una parcela de 3.400 metros cuadrados junto a la senda costera, entre el parque del Rinconín y el Camping Gijón Costa Surf. «Estamos muy orgullosos de haber sacado adelante este expediente, que había entrado en el Ayuntamiento en marzo de 2021 y al que hemos dado una prioridad máxima estas primeras semanas desde la Concejalía de Urbanismo», destacaba el futuro edil del ramo y portavoz de la junta de gobierno, Jesús Martínez Salvador. «Siempre dijimos que cuando llegáramos al gobierno queríamos darle agilidad a estos trámites para que las inversiones se queden en Gijón y no se vayan a otro sitio», apuntó. Y añadió que, más allá de la recuperación de una parcela en la actualidad descuidada, el nuevo establecimiento «será un recurso muy utilizado por los gijoneses y un importante recurso turístico, ya que tiene unas vistas espectaculares».

La promotora del proyecto es la empresa Cristolan Mariña, organizadora a través de Bring The Noise de destacados festivales musicales en el norte de España -entre los que se encuentran Tsunami Xixón, Resurrection Fest (Vivero), O son do Camiño (Santiago) y Sónica (Castro Urdiales)- y que para esta aventura se ha asociado con un hostelero gijonés. Detrás de esa sociedad están dos hermanos gallegos que llevan ya más de una década vinculados a Gijón. «Vivíamos cerca de esa zona y siempre que pasábamos por ahí nos daba pena ver ese sitio tan destruido, por lo que llevamos años dándole vueltas a este proyecto», explica David Méndez. De hecho, añade, «ya tenemos todo comprado y guardado en una nave desde hace dos años, por lo que bastaría con instalarlo y hacer una obra mínima que puede que no lleve más de diez días. Lo único más complicado serían los enganches de la EMA». Por eso, una vez aprobada la concesión de la licencia la previsión es poder tenerlo todo listo en un plazo máximo de un mes. Y remarca que, por supuesto, «sería genial tenerlo listo para las fechas del Tsunami».

El establecimiento oscilará entre «merendero, chiringuito de playa y beach club» y pretende prestar servicio a los usuarios de la playa, el paseo, el parque colindante y toda la zona en general. Sus elementos constructivos serán efímeros, tipo contenedor, y su imagen «moderna». Tendrá bebida y comida, aparcamiento y pretende estar abierto «el máximo de meses que podamos» y no solo en verano.

La gestión de Pleya ha sido clave en el plan de viabilidad del local para desarrollar la actividad.