Adrián Barbón ve «inadmisible» el acoso a Pablo Iglesias e Irene Montero en su estancia en Asturias

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha mostrado este lunes su solidaridad con el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y con la ministra de Igualdad, Irene Montero, que han abandonado su estancia en Asturias, y ha calificado de «inadmisible» el acoso, las faltas de respeto y los insultos a ambos dirigentes de Podemos.

«Todas las personas tienen derecho a que su vida privada sea respetada, también quiénes estamos en política, sean del partido que sean», ha señalado Barbón tras conocer la decisión de Iglesias y Montero de interrumpir su estancia en la localidad de Felgueras, en el concejo de Lena, por «la seguridad de sus hijos» ante las amenazas y protestas por su presencia.

También se ha pronunciado la alcaldesa de Lena, Genma Álvarez, de IU, para lamentar la «mala imagen» generada para su municipio por las «protestas ultraderechistas» por la presencia de Iglesias y Montero en una localidad de poco más de un centenar de habitantes.

«Todos los políticos, sean del signo que sean, tienen derecho a disfrutar de su vida privada. Lena es un sitio ideal para pasar las vacaciones», ha señalado la alcaldesa.

Fuentes de su entorno han informado a EFE de que la familia ha tomado la decisión de regresar a Madrid después de que apareciesen mensajes en las redes sociales con la ubicación del lugar en el que se encontraban Montero e Iglesias, animando a pasarse a «saludarlo».

Además, según denuncia el entorno del vicepresidente, también ha aparecido una pintada en la que se lee «coletas, rata».

La presencia de ambos políticos llevó también a un restaurante ubicado en Felgueras a difundir un comunicado «ante determinados comentarios ofensivos» vertidos sobre el establecimiento «relacionados con la estancia de un político y su familia».

«Nuestro local, sigue funcionando normalmente (adoptando todas las medidas necesarias en esta «nueva normalidad»),y sigue estando abierto para absolutamente todo el mundo», señalan los responsables de Casa María, que se desvinculan «totalmente de cualquier inclinación ideológica, siendo el respeto y la educación lo único que prima entre nosotros».

En este sentido, emplazaba a quienes estaban intentando boicotear el local a cesar en su empeño a acudir al restaurante para comprobar que su cocina «sigue abierta para todo aquel que quiera disfrutar de ella».

El vicepresidente y la ministra pasaban sus vacaciones en una casa de la familia del secretario general del PCE, Enrique Santiago, donde planeaban quedarse unos días más.

Sin embargo, al hacerse pública su ubicación y desencadenarse las protestas, han decidido regresar a su casa de Galapagar (Madrid), donde también han sido objeto de protestas en los últimos meses.