Foro, un año de fractura interna en busca de nuevo rumbo

Lo político y lo personal se mezclan en la ruptura de Foro.El partido, liderado por la férrea figura de quien fuera secretario general del PP y vicepresidente del Gobierno, consiguió de su mano llegar a la Presidencia regional. Un año duró la aventura.Ante la imposibilidad de sacar adelante los presupuestos, Álvarez-Cascos convocó elecciones, comenzando el partido una caída de votos que se mantuvo hasta los comicios del pasado año, donde pasó a contar con dos diputados y una cabeza de lista, Carmen Moriyón, que renunciaba a su acta de diputada para quedarse solo con el papel de presidenta de la formación.

Comenzaba entonces un proceso de viraje que hizo crujir hasta romper las estructuras de Foro. Un sector del partido buscaba de la mano de Moriyón reconducir el proyecto, mientras el otro mantenía clara la convicción de que la dirección era la buena. Las disputas por el papel que debía jugar la formación en un tablero político donde su imagen se asociaba cada vez más a la del PP, con el que lleva concurriendo en coalición a las generales desde 2015, acabaron por romper el partido en dos, hasta derivar en los movimientos de la directiva donde se formó una nueva mayoría. «Foro nació para luchar contra el 'pacto del duerno', no para ser la marca blanca del PP», destaca un veterano dirigente del sector afín a Moriyón. En frente, un compañero de partido que también acumula años en Foro replica. «Creamos este partido para girar las políticas del PSOE». Posturas irreconciliables que han llevado a la fractura que ahora se pretende reconducir con un nuevo proyecto que vuelva a suscitar el interés mayoritario de la ciudadanía.«Volveremos a hacer de Foro lo que nunca debió dejar de ser», lanzaba la presidenta del partido en el inicio del presente curso político en el marco de un acto en Oviedo.

Mapa político

La senda por la que parece que transita Foro tiene mucho que ver con el actual mapa político.La fragmentación domina en la Junta y en el Congreso, donde pequeñas formaciones pueden tener una gran capacidad de influencia en función de la artimética resultante en la Cámara. El espacio que a nivel nacional ha dejado vacío Ciudadanos en el centro político es otro de los acicates que pueden llevar a la actual dirección a querer apartarse de la sombra del PP para buscar su propio terreno si la situación se repite en Asturias. Pero Foro pone encima de la mesa símbolos propios. «Vamos a construir la alternativa que Asturias necesita para devolvernos el orgullo de ser y sentirnos asturianos», afirmaba Carmen Moriyón a los pocos días de que echase a andar la actividad en la Junta. El sector crítico no ve en este tipo de manifestaciones otra cosa que no sea la intención de crear un partido «nacionalista» que apoye la oficialidad del asturiano, «cambiando por completo» la identidad de Foro. Fuentes de la dirección niegan ese extremo, pero sí admiten que el viraje de la formación debe llevarles a transitar los caminos de los partidos «autonomistas».

«El modelo del PNV nos gusta, pero tiene cuestiones nacionalistas con las que no comulgamos. No queremos ser un partido nacionalista», señalan estas mismas fuentes. Dentro de este mismo sector hay quien no ve viraje alguno en los últimos movimientos de Foro, solo un trabajo para volver a ser una fuerza decisiva en Asturias mantenido las raíces de la formación.

Oficialidad

El poder de negociación que acumula el PNV en Madrid seduce a parte de la dirección, que ve en este modelo una fórmula para conseguir para Asturias los proyectos que ahora se van a regiones que cuentan con partidos clave para formar mayorías. «El PRC se ha llevado 80 millones para el AVE de Cantabria», señalan. La oficialidad está también en la agenda de Foro, siempre que eso no implique una «obligatoriedad.Ahí, no estaríamos cómodos». En el ámbito regional, el partido se mueve como lo hacen las formaciones bisagra, que pueden pactar a ambos lados del tablero. «Tenemos que estar en el centro y centrados en Asturias.El hueco está ahí».

La situación política se conjuga con la judicial. Con una denuncia en proceso de instrucción contra Cascos, a quien se expulsó del partido y al que se acusa de apropiación indebida y de malversación de fondos, Foro trata de enterrar el pasado para afrontar el futuro, mientras recibe críticas internas por lo que se considera un injusto proceso de venganza.

La impugnación judicial de la composición y los acuerdos de la actual Comisión Directiva no ha prosperado y la nueva dirección ha encontrado en los tribunales la legitimación que los críticos les niegan y siguen sin reconocerle. Mientras, en la Junta, el grupo parlamentario está completamente dividido.Con Pedro Leal expulsado del partido, aún no se ha dado el paso de romper el grupo parlamentario, una situación insólita. Tampoco en el Congreso las cosas marchan tranquilas. Su diputado, Isidro Martínez Oblanca, ha recibido varios apercibimientos de la presidenta de la formación por vía postal, una relación epistolar a la que el veterano político responde aludiendo a que nunca ha contradicho el programa, los estatutos ni los acuerdos electorales del partido.