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Luis Medina. ep

«Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida»

Los WhatsApp de la investigación revelan que el alcalde habló con el aristócrata durante las negociaciones de los contratos y no únicamente al final para agradecerle una donación de mascarillas

Miércoles, 13 de abril 2022, 18:20

José Luis Martínez Almeida contactó con Luis Medina en marzo de 2020, antes de que el aristócrata y su socio Alberto Luceño cobraran las comisiones millonarias por la venta del material sanitario al Ayuntamiento de Madrid. Los whatsapp incluidos en la investigación del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid apuntan a que el alcalde de la capital de España trató con los comisionistas durante la negociación de los contratos bajo investigación y no solo al final de la transacción para agradecer al hermano del duque de Feria el 'regalo' de varios miles de mascarillas al consistorio, tal y como sostiene Martínez-Almeida.

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«Buenas Elena. Confirma cuando enviáis contratos firmados, please» escribió Luceño por whatsapp a Elena Collado, alto cargo del área de Hacienda y Personal del Ayuntamiento, el 26 de marzo, al inicio de las negociaciones. «Mira a ver si está todo correcto en los contratos», respondió ella. «Perfecto. Gracias. Ya me ha dicho Luis (Medina) que le llamó Almeida», revela Luceño. «Pues he estado cinco horas con un material requisado y no me he enterado», confiesa la alto cargo de la alcaldía.

Los mensajes del sumario sobre el pelotazo de las mascarillas y otros artículos sanitarios del hijo de Naty Abascal y su socio también destapan que la relación entre los comisionistas y el ayuntamiento fue fluida y duró ocho meses a pesar de que los colaboradores del alcalde desde bien pronto comenzaron a sospechar que Medina y su socio les estaban engañando. «Por favor, llámame. Esto es lo peor que me ha pasado en la vida [...] Por Dios, dime algo. Nos han estafado seguro», le escribió Elena Collado a Luceño el 8 de abril de 2020. La zozobra de Collado era porque tras recibir unos guantes de mala calidad, muy lejos de los estándares prometidos por los dos imputados, el alto cargo había descubierto que en los supermercados de Madrid vendían a ocho céntimos de euros unos guantes idénticos por los que el consistorio acababa de pagar dos dólares.

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