Los presupuestos de 2021 salen adelante con amplia mayoría y entre acusaciones cruzadas por parte de la oposición

El proyecto presupuestario de 5.237 millones elaborado por el Gobierno del Principado para hacer frente a la crisis sanitaria y tratar de reactivar la economía a lo largo de 2021 salió esta mañana adelante con el voto favorable de cinco fuerzas políticas (PSOE, Ciudadanos, Podemos, IU y el diputado de Foro Adrián Pumares), sumando 32 de los 45 diputados de la Cámara, tal y como estaba previsto. El PP y el diputado crítico de Foro, Pedro Leal, se quedaron solos en el 'no' tras la abstención de Vox, quizá la única sorpresa de la jornada. Las cuentas, un 10% superiores a las del ejercicio actual, exprimen al máximo la capacidad de deuda que tiene en este momento la Administración regional e incluyen, como eje central, un fondo de rescate cuantificado inicialmente en 100 millones de euros a repartir entre los sectores económicos afectados por las restriciones de actividad que, por cuestiones sanitarias, puedan imponerse a lo largo del próximo ejercicio, con un compromiso explícito por parte del PSOE de incrementar la partida si fuera necesario.

El presupuesto incluye también una batería de enmiendas negociadas en las últimas semanas entre el PSOE, Ciudadanos, IU y Foro, incorporadas directamente en la ponencia de ley el pasado martes, pero deja fuera todas las registradas de forma unilateral por Podemos y el PP, debatidas esta mañana en una sesión plenaria semipresencial, en la que ninguna sumó suficientes apoyos para salir adelante.

El secretario general de Podemos, Daniel Ripa, justificó el voto favorable a los presupuestos por parte de su grupo parlamentario al entender que el proyecto de ley «cumple su principal objeto, blindar el corazón social», pero rechazó un acuerdo explícito con el PSOE al considerar que el equipo de Adrián Barbón utiliza la negociación con las formaciones de la derecha, Ciudadanos y Foro, como «coartada para la moderación». Para el portavoz de la formación morada hay una «vía alternativa de investidura» con acuerdos exclusivamente de izquierdas ya que, argumenta, la vía de la «negociación cruzada lleva al bloqueo sistemático de las políticas que necesita Asturias». Podemos quiso distanciarse de IU, pero especialmente de Ciudadanos y Foro, a quienes criticó porque, con su renuncia a presentar enmiendas parciales al margen de las pactadas, para su debate y votación en el pleno, «están aceptando unos presupuestos como propios y faltando a su responsabilidad con la sociedad». Pero también marcó distancias con el PP, a quien reprochó que fuera a votar en contra de los presupuestos incluso si sus enmiendas parciales salieran adelante.

El cruce de acusaciones entre la oposición siguió de la mano de Álvaro Queipo, portavoz segundo del PP a quien le tocó defender la posición del partido que lidera Teresa Mallada en la Junta. El diputado acusó a los grupos que llegaron a un acuerdo con el PSOE para aprobar las cuentas de «dejarse engañar por la capacidad de enredo y confusión» del Gobierno de Adrián Barbón, y al propio presidente del Principado de obviar los reiterados ofrecimientos por parte del PP para hacer frente a la crisis sanitaria a lo largo de 2020, sin necesidad de esperar a la elaboración de las cuentas de 2021. Queipo entiende que la aprobación de las cuentas es el resultado de un «trampantojo de negociación» y, en tono jocoso, se burló de lo que considera un escaso impacto económico de los acuerdos alcanzados tanto por Ciudadanos como por Foro, mientras aplaudió la postura de Podemos -que votó de forma favorable pero renunció al acuerdo- por «no renunciar a su esencia».

Sara Álvarez Rouco, portavoz adjunta de Vox, calificó los presupuestos de «continuistas, ineficaces y nefastos para los asturianos», un «corta y pega» de los anteriores «aupados por los fondos europeos y la deuda». Recriminó al Gobierno de Adrián Barbón que «descalifique nuestras propuestas solo porque vienen de Vox» y que sus políticas atenten contra la «línea de flotación» que, en su opinión, sirve para mantener el estado de bienestar: la generación de empleo y riqueza. Sin embargo, también reservó buena parte de su tiempo para reprochar el interés partidista de Ciudadanos y Foro que, bajo su punto de vista, ha llevado a estas dos fuerzas a apoyar las cuentas, y al PP por «presentar enmiendas parciales a un presupuesto imposible de corregir».

El secretario general de Foro, Adrián Pumares, se felicitó por ser, en palabras de Daniel Ripa, «factor de moderación» en los presupuestos autonómicos y lamentó la actitud del PP por utilizar buena parte de su discurso en desprestigiar el acuerdo alcanzando entre su formación y el PSOE. «Ni en medio de una pandemia algunos logran abandonar posturas partidistas», apostilló. Aprovechó también para desacreditar las enmiendas parciales presentadas por PP y Podemos «al tun tun» y «fundamentadas en la ignorancia o en la irresponsabilidad» porque, bajo su punto de vista, tratan de «vestir a un santo para desvestir otro» y son un «mero gesto de cara a la galería, porque no han perdido ni un segundo en intentar negociarlas».

Desde IU, la portavoz parlamentaria, Ángela Vallina, recordó a Podemos que los recursos son finitos y que, en una negociación, «quien no está dispuesto a renunciar a nada es que no está dispuesto a hacer política», mientras que afeó al PP que hubiera optado por «una posición política de no querer negociar nada» con la que, advirtió, se les puede confundir «con lo que no son, o no deberían ser».

Ciudadanos utilizó buena parte de su discurso para justificar su voto positivo en un momento en el que, dijo Susana Fernández en clara alusión al PP, «pese a las discrepancias, es tiempo de lo común», porque nos enfrentamos a un «enemigo que también es común»; y respondió al líder de Podemos asegurando estar «satisfecha de ser un elemento moderador, para eso estamos aquí». La portavoz de la formación naranja dijo incluso estar «orgullosa» de la participación de su grupo en la elaboración de estos presupuestos y volvió a atribuir a su partido que no se hubieran elevado los impuestos, que no se gaste «ni un solo euro» en la cooficialidad del asturiano y que aumenten las inversiones para Oviedo. «No es el presupuesto que Ciudadanos hubiera traído a esta Cámara, pero es un presupuesto suficientemente plural y relevante como para que cuente con nuestro apoyo», resolvió.

Después del cruce de críticas entre los grupos de la oposición, al PSOE, que intervino en último lugar, poco más le quedaba por decir. «Hemos ido al máximo de las posibilidades que teníamos para poner todos los recursos posibles disponibles al servicio de los asturianos a uno de enero», defendió Luis Ramón Fernández Huerga, quien recordó que la negociación de las cuentas comenzó en el mes de abril con el acuerdo de Concertación Social sobre el que se cimenta el proyecto de ley. «Es tiempo de dejar al lado los vetos y los tacticismos», reclamó, para a continuación recriminar al PP que tilde de insuficiente un fondo de rescate de 100 millones cuando duplica el previsto en Andalucía, donde gobierna su partido. Pero también se dirigió a Podemos para recordar a su líder, Daniel Ripa, en relación a su ofrecimiento para buscar una «vía de investidura alternativa», que llega tarde. «La investidura se celebró hace ya más de un año», apostilló.