«El sector crítico quiere que Izquierda Unida desaparezca de Asturias»

Lleva pocos meses como líder de la organización en Asturias pero, como dice, «los tiempos en política no son los tiempos cronológicos». Aunque a Alejandro Suárez (Mieres, 1972) aún le quedan unas semanas hasta la celebración de las primarias que elijan a su sucesor -se espera que se celebren a finales de mes-, cierra la etapa como coordinador con la XII Asamblea que se celebró el pasado fin de semana y en la que se eligió una nueva coordinadora que el sector crítico ha impugnado ante la dirección federal.

-Un día después, ¿qué poso queda de lo sucedido?

-Una Asamblea en la que ha habido polémica y persiste obliga a estar razonablemente insatisfecho. Por una parte, el tono fue pacífico; por otro, hay que abordar cuanto antes con la dirección federal una discrepancia de carácter estatutario.

-La nueva coordinadora salió elegida con, aproximadamente, un 60% de apoyos sobre el total de militantes acreditados. ¿Una legitimidad suficiente?

-Sí. Una sola lista siempre produce una relajación. El sentir de la mayoría de la organización está clara, se expresó en los documentos. Con esos números podemos decir que hay una mayoría sólida en IU para afrontar los retos políticos que tenemos.

-Con los textos a los que hace referencia, ¿se da un portazo a Podemos?

-No haría esa lectura. Hay una reafirmación de IU como partido político. Y, a partir de ahí, hay un rechazo a su disolución o fin en cualquier otro proyecto político. Esto no es óbice para llegar a pactos o coaliciones con Podemos u otros actores políticos. De hecho terminamos la Asamblea con el llamamiento a una confluencia para un gobierno en Asturias que esté conectado con el de España.

-Su perfil estos meses ha sido el de mediador entre las distintas 'familias' del partido. ¿La ruptura del sábado lo toma como un fracaso personal?

-Siempre que hay este tipo de polémicas a uno le deja insatisfecho. Pero solo emplearía esa palabra cuando eso daña a la estructura de la organización o la viabilidad del proyecto. ¿Dónde está el límite para hablar de fracaso? Sería al hablar en la crisis de la organización y no estamos ahí. Hay que relativizar para no caer en catastrofismos ni tampoco en triunfalismos.

-Pero el sector crítico no solo impugnó el procedimiento de elección de la Coordinadora, también lo hizo en las votaciones de contenido político.

-Hay una magnificación del problema estatutario, se le da rango político y eso acaba siempre generando reacciones hiperbólicas. Debía haberse concentrado la crítica a la dirección saliente en su parte política. Los grupos municipales de Avilés y Langreo son parte importantísima en IU y deberían haber tenido una voz fuerte y concentrada en la política durante la Asamblea.

-Precisamente a Avilés y Langreo se les criticó por haber diluido las siglas en los últimos comicios.

-Deberíamos de haber concentrado la discusión en las diferentes experiencias que tenemos en Asturias y no haberle dado un rango tan desmesurado a la parte estatutaria. Nadie en IU de Asturias es más demócrata que otro. No se puede decir a la gente de Gijón o de El Entrego que son menos demócratas que los de Avilés.

-Los críticos piden que se intervenga IU de Asturias. ¿Es desmesurado?

-Tenemos nueve alcaldías tranquilas gobernando que no están enfrentados a IU federal. ¿Acaso nuestros grupos municipales están tirados al monte? ¿Hay sensación de batalla campal? No. Lo que hay es que rebajar la tensión, aceptar que un 70% de la organización que no piensa tu. Eso no significa que ese 30% no tenga que estar reclamando permanentemente lo que piensa. Me pregunto si los críticos quieren que IU desparezca en Asturias.

-¿No ha habido ningun diálogo?

-Un coordinador siempre tiene que estar situada en la centralidad. Cuando el 70% de la organización está en una posición relajada y tranquila, lo que tiene que hacer el coordinador es no exacerbar los enfrentamientos, sino rebajarles la hipertensión.

-¿Qué ha encontrado al otro lado?

-Si eliminamos la hiperbolización y el ruido superficial de este tipo de enfrentamientos, siempre hay personas que lo encauzan. También en ese 30%. No creo que haya sido acertada la táctica que han desarrollado.

-El viernes dejó clara sus ganas de irse, ¿se mantiene?

-Hay un periodo fallido que se debe ir conmigo. Yo represento un periodo agotado e infructuoso. Fui uno de sus responsables. Mi marcha va a generar una catarsis en la organización, represento un periodo que hay que cerrar.

-Algo habrá hecho bien, ¿no?

-Hubo cosas de gestión defensiva que fueron importantes para entender nuestra identidad jurídica, patrimonial o económica y tejer alianzas en el Principado. De junio a aquí la organización ha dado muestras de interés por sobrevivir. Pero cuando una organización no proyecta su futuro, sus dirigentes se tienen que ir.