El trilema de Rodrik «abre mentes»
El Princesa de Ciencias Sociales «ha mostrado que la economía no puede prescindir de la realidad», según el experto José Alba
pablo a. marín estrada
Domingo, 14 de junio 2020, 02:41
La concesión del Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales 2020 al economista turco Dani Rodrik ha suscitado la diversidad de opiniones entre sus colegas en función de la cercanía mostrada hacia sus teorías. El profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo José Alba está entre quienes consideran el reconocimiento «muy oportuno», ya que, según explica, «Rodrik ha demostrado, por encima de muchos, una especial preocupación por abrir las mentes en el campo de la Economía no limitándose a lucir o profundizar un camino muy definido ya. Asume un compromiso claro por considerar aristas y problemas de la realidad saliéndose de algunos encasillamientos, y lo hace con mucho sentido y proporcionando explicaciones», reflexiona.
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El estudioso asturiano concede un especial valor al trilema que expone el galardonado en su obra 'La paradoja de la globalización' y que plantea como un triángulo cuyos vértices –hiperglobalización, soberanía nacional y democracia– no pueden ser seleccionados simultáneamente.
Para Alba, «en Economía no es fácil establecer este tipo de relaciones con el grado de precisión de la Física o la Zoología. Pero es fundamental la idea económica de que algo se hace a costa de otra cosa, que no cabe perseguirlo todo simultáneamente. En ese sentido, Rodrik ha reparado en una realidad que se corresponde con los desarrollos que se dan en un tiempo, en su tiempo. Y el trilema permite comprender procesos complejos que se han desarrollado en un amplio periodo», señala.
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El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales le ha llegado a Dani Rodrik en plena crisis de la pandemia por COVID-19, señalada por él como una de «aquellas para las que deberíamos estar preparados, por esperable».
Al respecto, el profesor Alba matiza que «no se trata de que esperásemos esta crisis en concreto. La idea es que se dan unas condiciones en las que lo normal es que se produzcan grandes desajustes. Por decirlo de alguna manera más comprensible, si alguien conduce a gran velocidad es más posible que tenga un accidente. Eso no quiere decir que la pandemia del COVID-19 fuese a desarrollarse como lo hizo, pero una sociedad con menos defensas puede tener los pies de barro, por muy aparatosa que se muestre».
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En ese sentido, considera acertadas las advertencias del economista turco acerca de los excesos negativos de la globalización: «Rodrik ha insistido en algunas cuestiones, muchas de ellas relacionadas con la forma en la que se desarrolla la producción, el aprovechamiento del avance tecnológico, la colaboración entre las compañías y los gobiernos. Y son cosas que han dado como resultado el enquistamiento de algo tan negativo como la pobreza, la desigualdad, la exclusión, la insolidaridad. Se han puesto determinadas incapacidades, la de suministrar equipos imprescindibles, por ejemplo, pero también la necesidad de que algunos 'servicios' generales no respondan solo a la lógica del mercado. El cambio climático ha sido uno de los temas que ha preocupado también, pero el primer azote importante, a corto plazo, ha venido por otra vía en la que también se hace necesario provisionar para limitar los efectos de algunos males».
«No se ha tapado los ojos»
Alba considera oportunas las críticas de Rodrik a algunos economistas contemporáneos por aplicar «marcas teóricas fáciles para explicar fenómenos sociales complejos» y en tal sentido apunta que «la Economía no puede prescindir de la realidad social, excluir toda complejidad para ofrecer ciertas 'seguridades'. Llevamos décadas insistiendo en el comercio, pero muchas veces desvinculado de las migraciones o de las corrientes de inversión. Y todo forma parte de una misma realidad, con interacciones que se han amplificado mucho merced a la globalización. Rodrik ha intentado no excluir nada de las explicaciones, no se ha tapado los ojos para no ver algo que rompiese una bonita teoría».
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