Isi Ros, jugador del Real Avilés: dos goles y un enfado en Salamanca
El extremo murciano estrenó su cuenta anotadora en Primera RFEF, pero se fue molesto al banquillo al ser sustituido en el minuto 63
Cinco meses y nueve días después, Isi Ros volvió a marcar no uno, sino dos goles con la camiseta del Real Avilés Industrial. Lo ... hizo en apenas cinco minutos, en el Reina Sofía, y aprovechando en ambas ocasiones su picardía. Primero de cabeza y después con la zurda ante la salida de Unai Marino, el extremo murciano hizo soñar a la afición blanquiazul con una victoria que se transformó en derrota y que acabó con el futbolista blanquiazul doblemente cabreado en el bus de vuelta.
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Después de una primera parte de mucho desgaste, siendo un incordio sobre todo para su lateral, Prada; Isi Ros se reencontró con el gol tras el paso por vestuarios. El extremo, asentado desde hace unas semanas en la banda derecha, a pierna cambiada, aprovechó un balón dividido en el área pequeña después de que Santamaría fuera al choque con Ramiro Mayor para colocar el balón con la cabeza y con mucho mimo en el segundo palo. Lo hubiese firmado un gran cabeceador, aunque lo cierto es que Isi Ros jamás había marcado con la testa en toda su trayectoria sénior.
El tanto fue muy especial. Era el primero del Real Avilés a domicilio en Primera RFEF, el primero en la categoría de Isi Ros, tras tener poco protagonismo años atrás en UCAM Murcia y Atlético Baleares, y un gol que insuflaba optimismo al conjunto blanquiazul y de paso premiaba los méritos realizados hasta ese momento por el equipo.
Fue el autor del primer tanto blanquiazul a domicilio en la categoría y marcó por primera vez de cabeza en categoría sénior
El segundo llegó prácticamente a renglón seguido. Mala cesión atrás de Unionistas gracias a la presión de Cayarga e Isi, tan tranquilo en el área como en él es habitual, definió con la zurda recordando al jugador que tanto había deslumbrado en el Suárez Puerta en la temporada del casi ascenso ante el filial del Granada.
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Sin embargo, lo que parecía una noche estelar, se acabó ensombreciendo poco a poco hasta mutar a negro. Todo comenzó con el prematuro cambio del jugador murciano, en el minuto 63 por Raúl Rubio. Dani Vidal quería frescura en la banda derecha y darle minutos a un extremo aragonés que tan bien le había venido al equipo siete días antes frente a Osasuna Promesas, siendo partícipe del segundo y definitivo tanto del partido con un muy buen centro al área.
A vueltas con la norma de la invasión del área tras el penalti repetido por Unionistas
La repetición del penalti por invasión de área por parte de Cayarga y Adri Gómez tras la parada de Álvaro al lanzamiento de De la Nava dio lugar a un importante debate entre los aficionados del Real Avilés. Muchos aludieron a la hemeroteca para recordar lo acontecido en el reciente Mirandés-Real Oviedo, alegando que los futbolistas blanquiazules no tenían los pies sobre el terreno de juego en el momento del disparo. Sin embargo, según reglamento de la IFAB, el despeje de Gómez en el rechace fue la clave.
Pero no parecía el momento. Isi no estaba dando síntomas de cansancio, se le veía muy enchufado y la sensación, más allá de la relajación general posterior del equipo que acabó siendo determinante, fue que la zaga de Unionistas respiró con su partida al banquillo.
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El murciano, que no acostumbra a asumir con buena cara cambios prematuros, o si no que se lo pregunten la temporada pasada a Javi Rozada, no pudo evitar dar varios golpes al banquillo en señal de disconformidad una vez dado el relevo con profesionalidad a su compañero Rubio. Esos golpes fueron una premonición que no hizo más que aumentar el cabreo y la decepción del jugador, que se fue para casa con un doble cabreo: el de no poder ayudar al equipo cuando mejor se sentía y el de marcharse para casa con una derrota muy dolorosa tanto por el fondo (ir 0-2) como por las formas (FVS).
Lo más positivo, sin duda, es el estado de forma de un Isi Ros que la temporada pasada tardó en conseguir ser determinante para el equipo. Llegó como una bomba de motivación para la afición el pasado mercado invernal y, después de recuperar el ritmo de competición, acabó siendo clave en la final del 'play off' de ascenso, cumpliendo su sueño pendiente de ascender a Primera RFEF con el Real Avilés. Ahora, pese a la competencia, se está erigiendo de nuevo como titular.
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