Oier Luengo Futbolista del Real Oviedo
«Hay que creerse de verdad que podemos estar en Primera División»«Nos podíamos imaginar algo, pero no tanto como fue esta locura. Fueron dos días increíbles que nos vamos a acordar siempre»
Oier Luengo (Amorebieta, 1997) es uno de esos futbolistas que casan a la perfección con la filosofía del Oviedo y así lo está demostrando ... desde que llegó en el verano de 2022. Él ha visto en primera persona el crecimiento del club, el cambio aplicado por el Grupo Pachuca y ahora disfruta de un ascenso ganado a pulso sobre el terreno de juego. Lleva a la máxima expresión el lema 'orgullo, valor y garra' y lo aplica a su forma de entender el juego.
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Se pasó la primera temporada casi en blanco, con muy pocas oportunidades, pero al año siguiente, cuando el equipo le necesitó, se reveló como uno de los mejores defensas. En la campaña recién finalizada volvió a estar a la altura de las necesidades del conjunto y fue una pieza clave del éxito. Hoy es uno de los veteranos del vestuario y se dispone a vivir la temporada más emocionante de su carrera. Mientras apura las últimas horas de las vacaciones, prefiere no pensar en lo que viene por delante.
–¿Ya está recuperado de toda la fiesta del ascenso?
-Sí, fueron casi tres días muy intensos, pero ya estoy recuperado. El cuerpo está otra vez a pleno funcionamiento.
-¿Qué fue de la cuadrilla de Oier, ese grupo de amigos que estuvo en Oviedo viendo el partido y festejando el ascenso?
–Fueron los que mejor se lo pasaron el día del ascenso. Fue increíble. Desde la mañana ya estaban por Oviedo y aguantaron no sé si hasta las 8 o 9 del día siguiente.
–¿Cuántas veces cree que habrá cantado el 'Volveremos'?
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–Yo qué sé. 300 o 400 veces... Incontables... Después de lo que conseguimos, se canta las veces que haga falta.
–¿Llegó a imaginarse algo como lo vivido tras el encuentro?
–Nos podíamos imaginar algo, pero no tanto como fue esta locura. Fue así porque ya sabemos cómo es la afición de pasional. Creo que todo el mundo nos lo pasamos bien, tanto la afición como los jugadores.
–Si tuviese que quedarse con una imagen, ¿cuál sería?
–Cuando me encontré con mi familia en el en el aparcamiento del Tartiere. Les vi ahí, al lado de los coches, y esa imagen no se me va a olvidar nunca.
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–Su llegada a Oviedo coincidió con el mayor crecimiento de la entidad.
–Cuando llegué, acababa de aterrizar el Grupo Pachuca y creo que hemos ido todos en una línea ascendente. Fiché aquí porque creía que era que era un sitio con aspiraciones de subir, que al final así ha sido. Estos últimos tres años se han hecho las cosas muy bien, se ha trabajado muy bien para al final conseguir lo que tanto se estaba buscando.
–El sueño de la afición era regresar a Primera y el objetivo del Grupo Pachuca también. ¿Se imaginaba poder conseguirlo en un plazo tan corto?
–Lo que nos pasó el año anterior contra el Espanyol nos hizo darnos cuenta de que de que sí, que podíamos y que realmente el grupo y el equipo estaba preparado para conseguir estas cosas. Nos quedamos ahí, a las puertas y la experiencia nos dio esa eliminatoria. Nos ha servido para este año poder estar con una buena disposición para acabar haciendo los partidos que hicimos.
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–Todo el mundo ha ensalzado la calidad humana de la plantilla, pero varios no estarán en Primera.
–Bueno, al final el premio conseguido por toda la plantilla siempre va a estar ahí. Es verdad que hemos hecho un gran grupo, que ojalá se hubiese podido mantener todo el bloque y estar todos en Primera, que al final es por lo que por lo que hemos luchado. Pero, bueno, al final esto es fútbol. Sabemos que son cosas que pasan. Entonces, con lo que nos tenemos que quedar es con el gran bloque y el gran grupo que hicimos, que al final te llevas a amigos para siempre. Yo, por ejemplo, con Sebas me llevo un amigo para toda la vida y el hecho de haber conseguido el ascenso con él y con todos los que integramos el grupo es algo que siempre lo vas a recordar.
–¿Cazorla ya ha dicho que sigue un año. ¿Cómo ha sido de importante su figura en el vestuario?
–Importantísima. Santi, al final, es como un punto de cohesión entre todas las partes. Hace la convivencia más fácil y, luego, él tiene la experiencia que muchos no tenemos. Nos va a ayudar tanto fuera como dentro del campo. Santi es una persona de diez en todo.
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–¿Cómo se imagina su estreno en Primera División?
–Al final, todos los que jugamos de pequeños la gran ilusión que tenemos es realmente poder jugar en Primera. El primer partido va a ser de mucha ilusión, como cuando pasé de Segunda B a Segunda División, pues son duelos de emoción, de ganas, que vas con expectativas que no sabes cómo se va a cumplir.
–El Oviedo pasará de ser un 'gallito' a uno de los equipos más humildes.
–Bueno, al final creo que tenemos que ser como somos. Ya éramos humildes cuando en teoría éramos de los 'gallos' de la categoría. Pues ahora más de lo mismo. Tenemos que salir a competir cada partido, da igual el rival que venga, sea mayor o más parecido a nosotros. Da igual.
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–¿Dónde estará la clave para poder lograr la permanencia?
–Lo primero en la fortaleza del grupo. Se ha visto estos dos últimos años. Hacer un grupo de gente comprometida, que va por el mismo objetivo y que cree que se puede conseguir. Eso es lo más importante y luego, pues, a ir a competir. Da igual el rival que tengas delante al final. Si hemos llegado a Primera es por algo. Tenemos que creernos que de verdad podemos estar en esa categoría y competir todos los partidos o por lo menos intentarlo de tú a tú.
–El sorteo del calendario no les ha puesto un regreso sencillo. ¿Asusta medirse a tanto grandes en las primeras jornadas?
–Al final, tarde o temprano tienen que venir. Así que qué más da cuándo sea. Si es al inicio, a mitad de la temporada... Al final, realmente da igual. Venir, van a venir y van a pasar por el Carlos Tartiere y nosotros por sus campos.
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-¿Cómo se imagina el Carlos Tartiere en Primera División?
–Espectacular, como una caldera. Ya sabemos cómo aprieta la gente y más con las ganas que hay de que ver un partido otra vez de Primera División en el Tartiere. Me lo imagino como una fiesta, con mucha pasión. Además, es que es contra el Madrid, empezamos fuerte, va a ser muy guay. Vamos a salir enchufados porque al final la afición nos va a dar eso y luego nosotros daremos todo.
–¿Cuál es el estadio en el que más ganas tiene de jugar?
–Obviamente, siendo vizcaíno, sinceramente San Mamés es el campo predilecto.
–Siendo defensa, ¿cómo se imagina enfrentarse a los grandes delanteros que hay en la Liga?
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–Yo qué sé, ya vendrá y ya veremos. Prefiero ni pensarlo.
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