La Fundación cierra un año pleno de colaboración social

El trabajo estaba siendo muy bueno desde el primer día en que empezó a caminar. Por entonces, al frente del club estaba el grupo Carso y Arturo Elías participó en un gran acto de inauguración. El desembarco del Grupo Pachuca ha supuesto un impulso considerable. César Martín está al frente de la Fundación y reconoce los avances de la mano del grupo dirigido por Jesús Martínez: «Se llevaba una evolución constante, pero la apuesta de Pachuca y la línea del grupo es potenciar y todo lo social». Para ratificar las palabras, el ex jugador azul explica que: «Todos los lunes tenemos una reunión con las tres fundaciones que tiene el Grupo -Pachuca, León y Oviedo- en ellas ponemos en común en trabajo y nos retroalimentamos».

Un ejemplo de esa buena colaboración está en cómo las instituciones mejicanas han comenzado a trabajar más en profundidad la práctica deportiva de las personas con diversidad funcional, a imagen de lo que está sucediendo con el equipo Genuine del conjunto azul. César asegura que: «Teníamos una buena base de trabajo y gracias a su apoyo llegamos a más ámbitos».

El trabajo de la fundación oviedista abarca ámbitos muy dispares. La Escuela de Fútbol Real Oviedo Diversidad Funcional es la más vistosa por el equipo Genuine que compite y que además está involucrado en numerosas campañas de la Fundación. Junto a esta iniciativa, 'Deporte sin límites' ha dado cobertura a 950 niños y niñas con situaciones multiproblemáticas y riesgo de exclusión social, para ello han contado con la colaboración de colegios como el Pablo Miaja, San Pedro de los Arcos, Jaime Borras, Colegio Sagrada Familia, el cenro de educación especial de Latores, Veneranda Manzano o la Asociación Síndrome Down Asturias. «Intentamos llegar a todos los ámbitos y al entorno más próximo sin olvidar la parte internacional», explica César.

Las personas mayores también tiene su espacio en la fundación a través de 'Deporte sin Edades' que ofrecen prácticas deportivas a mayores de 60 años, «la idea es hacer un buen trabajo para facilitar el trabajo de socializar a través del deporte». César destaca que «estamos en muchos grupos de actuación».

En el centro penitenciario de Villabona hay un equipo respaldado por la fundación que tampoco deja de lado los campus, tanto nacionales como internacionales y las escuelas de formación. «Queremos llegar al máximo, el oviedismo es muy solidario y nosotros canalizamos esa energía para ayudar a la gente a hacer esas actividades», explica César.

Hace un año, el Oviedo se volcó en ayudar a unas familias ucranianas a través del ex portero azul Lunin, hoy la adaptación es absoluta. «Siguen bajo nuestra tutela y les hemos ayudado a integrarse, ya tienen sus puestos de trabajo, los niños están escolarizados, dos siguen en la escuela y Kiril pasa este año a juveniles en la cantera». El cabeza que llegó huyendo de la guerra «hace labores de mantenimiento en la fundación, no fue sólo traerlos. Gracias a la fundación pueden tener un futuro». Gane más partidos o menos, el Oviedo está brillando en lo social.