Malestar en la afición del Real Oviedo: «Basta de ridículos»

El malestar de la afición del Real Oviedo no solo se ha traducido en lo sucedido tras la derrota del equipo ante el Lugo, cuando algunos jugadores fueron increpados a la salida del Anxo Carro, ya que en las instalaciones de El Requexón el grupo Symmachiarii colocó esta tarde tres pancartas.

Las instalaciones donde se entrenará el equipo tienen tres pancartas críticas con los futbolistas. «El que no tenga orgullo para luchar todo el partido, que se vaya. Basta de ridículos», se podía leer en una de ellas. En otra «La afición no falló, no falla ni fallará, pero la paciencia se ha agotado. 13 partidos para redimiros» y por último «Más de diez años para salir del pozo, ¿nos vais a devolver a él?».

Los cerca de dos mil oviedistas que acudieron ayer a Lugo fueron testigos del enésimo fracaso de la temporada, lo que esta vez hizo que mostraran públicamente su enfado con el equipo. Primero fue en el estadio, cuando el árbitro señaló el final del encuentro y los jugadores se dirigieron a la zona en la que estaban su seguidores. Allí recibieron una sonora pitada. Después, un grupo se trasladó a la zona del estadio por la que salían los futbolistas para increparlos.

Los tres consejeros del club, el presidente Jorge Menéndez Vallina, Fernando Corral y Manuel Paredes, se acercaron a los aficionados y trataron de poner calma a los más exaltados. Aunque la situación fue tensa, en ningún momento se produjo ningún incidente grave, salvo las críticas a los futbolistas y la petición al consejo de que se tomaran medidas con ellos.

A medida que iban saliendo los futbolistas, la mayoría de ellos fueron objeto de la ira verbal del centenar de seguidores que estaba en los aledaños del autocar. Había fuerzas de seguridad, pero no tuvieron que intervenir. Entre los que más críticas recibieron estuvieron Tejera y Carlos Hernández. Por el contrario, otros, como Luismi, que fue uno de los que se paró con los aficionados, fueron aplaudidos y se les agradeció su compromiso.

El futbolista que más charló con los aficionados fue el defensa Christian Fernández, uno de los capitanes. El vicepresidente de la Aparo, Jaime Campillo, uno de los que estaba en la zona, se dirigió al cántabro: «Levanta esto. ¿Por qué sois capitanes? Sois los primeros que tenéis que dar la cara. Diles que pongan cojones, no queda otra». También le requirió a que trasladara a sus compañeros que no es momento de achicarse porque «nos vamos a la Segunda B».

El jugador pidió calma y aguantó un chaparrón que no iba dirigido directamente a él, sino que se le pedía que tomara la iniciativa para tratar de sacar adelante la situación. Por ello le insistieron en que subiera al autocar y trasladara un mensaje. «Diles que pongan los huevos que pones tú, valió ya de regalar minutos», aseguraba uno de los oviedistas que estaba increpando a los jugadores.

La mayor parte de las críticas lanzadas contra los jugadores fueron por su escaso compromiso y lo inmerecido de los sueldos que reciben, así como reproches a la situación del equipo, que coquetea con la Segunda B. A lo largo del encuentro la afición ya había manifestado en algunas ocasiones su malestar, pero estuvo con el equipo, en especial en la segunda mitad, cuando reaccionó y dispuso de varias ocasiones para empatar el encuentro.

En las gradas del Anxo Carro estaban la mayoría de los jugadores no convocados y también el exjugador azul Aarón Ñíguez, que aprovechó para acercarse a saludar a sus excompañeros.

El club decidió suspender un acto publicitario que estaba previsto hoy en León para presentar el acuerdo de patrocinio con Paso Honroso. La intención era que se desplazarán los responsables del club y el portero Lunin.