Nueva apuesta de Pachuca: Agustín Lleida llega al Real Oviedo como director general

Este conjunto es el segundo más grande del país, solo superado por el Deportivo Saprissa, y ha sido su proyecto particular durante los últimos cuatro años, a pesar de haber recibido varias ofertas para cambiar de aires antes que la del Real Oviedo, irrechazable para el español. El mayor logro de Lleida en Costa Rica en lo que a resultados se refiere fue que bajo su dirección el Alajuelense lograse su trigésimo campeonato de Liga, que se le resistió durante años hasta la llegada del español. A ese título, conseguido en 2020, se le sumó después la Liga Concacaf, torneo importante para los clubes de Centroamérica que se llevaron los rojinegros en 2021.

El paso de Lleida se dejó notar sobremanera en la estructura del club, a la que incorporó un centro de alto rendimiento que mejoró los recursos de la entidad muy por encima de lo esperado. Ese centro supuso un antes y un después en el país caribeño, siendo un proyecto pionero en Centroamérica y de lo más destacado también de Latinoamérica. De hecho, fue en las instalaciones diseñadas por Lleida donde situó su centro de operaciones la Selección Española Femenina durante el pasado Mundial Sub 20.

Esa apuesta por el rendimiento dio también un empuje a la producción de nuevos talentos como Ricardo Peña y Santiago van der Puten, ahora en el filial y en el juvenil del Betis, respectivamente. Ese es el legado, en forma de cantera, que deja Lleida en un club al que llegó inicialmente como director de fútbol base y del que se va cuatro años después tras tres como gerente deportivo.

De su mano también regresaron al Liga hombres importantes en el fútbol europeo como Bryan Ruiz -que le acompañó también ayer en su despedida ante los medios- y el ex del Deportivo Celso Borges. Quienes le han tratado en el día a día definen al nuevo director general azul como una persona afable, educada y trabajadora, y, al margen de los resultados, en el país caribeño deja el sello de haber iniciado un proyecto que puede llegar a dar mucho rendimiento al club del que ayer se despedía emocionado.

«No ha sido fácil tomar esta decisión. Vuestra pasión fue clave para construir los cimientos sólidos que la institución tiene y la forma en la que seguirá creciendo en los próximos años», escribió a modo de despedida el español tras recordar a los rojinegros que será siempre uno de ellos.

Aquí le espera un Real Oviedo que estrena con él la figura de director general, puesto que habían ostentado en la práctica Joaquín del Olmo, primero, y Federico González, después, pero que nunca estuvo reconocido como tal en el organigrama del club. El reto de Lleida pasará fundamentalmente por ser ese nexo clave entre la parcela deportiva y la dirección de la entidad, de la cual es responsable en primer y último grado el presidente oviedista Martín Peláez.