Real Oviedo 4 - 0 Castellón. Festín azul para la segunda victoria consecutiva

La segunda victoria consecutiva del Real Oviedo llegó con una goleada, 4-0, ante el Castellón en uno de los partidos más plácidos de los azules en años. Los de Ziganda, volvieron a ser letales robando y saliendo a la contra y aprovecharon las facilidades del rival para lograr un triunfo contundente y comenzar a asomarse a la zona tranquila de la clasificación.

La resaca del encuentro ante Las Palmas hizo que Ziganda agitara menos el manzano de los cambios. Solo uno, la entrada de Mossa en el lateral izquierdo, en sustitución de Lucas, que durante la semana arrastró problemas físicos. El resto fueron los mismos protagonistas que ganaron el último encuentro, con Borja Sánchez en la izquierda y Nahuel en la mediapunta.

La confianza es lo que tiene, que permite atreverte a hacer cosas que en otras circunstancias no se intenta. Por eso, desde el pitido inicial los azules le quitaron el balón al Castellón y tuvieron el control del partido. La receta fue la del último encuentro, balones largos a Blanco Leschuk, que se hacía con ellos y propiciaba la llegada de una segunda línea, en la que Nahuel volvía a estar especialmente activo y aprovechaba cualquier balón para llevar la zozobra a la defensa visitante.

No hizo falta que se cumplieran los diez minutos para que los azules se adelantaran en el marcador. La jugada cumplió el patrón en que se desenvuelven los carbayones. Blanco Leschuk pelea y recupera un balón en el centro del campo, abre para Sangalli que encontró a Nahuel y ganó la línea de fondo para centrar atrás y que el propio Sangalli, de forma poco ortodoxa, empujara al fondo de la red.

Era casi la primera visita a la portería castellonense, que solo antes había registrado una visita en un disparo de Blanco Leschuk y un remate de Carlos Hernández en un saque de esquina. Los azules recuperaban su idilio con el gol y ponían de cara el partido.

Con el resultado a favor, el conjunto azul bajó un poco la línea de presión y empezó a esperar un poco más en su campo a los ´orelluts´ que obligados por el marcador comenzaban a picar a la puerta de Femenías, pero casi siempre con lanzamientos lejanos y sin inquietar demasiado al guardameta balear.

El sopor se iba adueñando de la tarde, propiciado por un conjunto local que se podía permitir esperar y el visitante que no encontraba la forma de avanzar hacia los dominios de un Femenías, que tenía una tarde especialmente tranquila.

En medio del tedio los azules comenzaron una relación más fluida de lo habitual con el balón. trataban de combinar y apurar las posesiones para ir poco a poco ganando metros hacia la portería visitante. Sin embargo, está claro que ese no es el estilo que más frutos da a los de Ziganda esta temporada. El juego azul es de aprovechar el papel de bandoleros de los centrocampistas. Así fue como llegó una nueva ocasión clara para hacer el segundo, Édgar robó un balón en el centro del campo y busco al socio que todos quieren, Nahuel, que avanzó hacia la línea de fondo y le devolvió atrás al catalán, que disparó fuerte, pero vio como el poste repelía su disparo y el meta Whalley respiraba aliviado.

El ataque visitante era asintomático y no era capaz de generar ocasiones de ninguna manera, salvo con disparos tan lejanos como desviados que no permitían a Femenías intervenir, más que para sacar de fondo.

El juego azul no daba para mucho, pero pudo llegar el segundo en una acción a balón parado que Christian Fernández cabeceó al centro y Blanco Leschuk remató al fondo de la red, pero lo hizo en falta, por lo que la jugada quedó invalidada.

No se había cumplido el primer minuto de la reanudación cuando los azules volvieron a marcar y otra vez con el mismo modus operandi, robo en el centro del campo. Fue Borja Sánchez el que interceptó un pase en el centro del campo y corrió para batir a Whalley con un disparo cruzado. Era el camino de la tranquilidad, que se completó pocos minutos después con el tercer gol.

Un saque de esquina lo recogió Nieto y lo puso en el primer palo para que Édgar rematara fuerte y lograra así su primer gol con la camiseta azul.

El único contratiempo de los azules fue la lesión de Christian Fernández.