El Real Oviedo exprime su versión gris

Alemao en el tiempo añadido dejó tres puntos en el Carlos Tartiere, un botín con mucho valor, ya que el Real Oviedo había despachado un mal encuentro que apuntaba a las tablas. A favor de los ovetenses está el arreón final y el hecho de que, por segunda vez consecutiva, fueron capaces de dejar la portería a cero.

El Castellón maniató a los de Javier Calleja que no fueron capaces de mantener cierto control sobre el juego. El equipo hizo aguas en el centro del campo y tuvo momentos de muchos apuros. Sin embargo, la persistencia le dio el premio de tres puntos que mantienen al equipo en la zona de 'play off' y a un punto del ascenso directo.

En su estreno como titulares Nacho Vidal y De la Hoz tuvieron un papel gris, como el resto del equipo. Ambos cumplieron, sobre todo en defensa, pero no fueron determinantes.

El once azul presentó tres novedades con relación al último encuentro, con el estreno como titulares de las dos últimas incorporaciones, mientras que Paulino fue el elegido para ocupar la plaza de Hassan. El resto de la alineación fue la prevista.

Antes del encuentro había dudas de cuanto iba a cambiar el Castellón con el nuevo entrenador. Sin embargo, bastó el pitido inicial para comprobar que iba a ser muy parecido al que venía sorprendiendo desde hace tiempo, ya que fue un equipo que quiso el balón y lo tuvo ante un Real Oviedo que era incapaz de hilar dos jugadas seguidas.

Los castellonenses ejercían un control sobre el encuentro que les tenía en el campo de los azules, pero no era suficiente para ser dañino hacia la portería de Aarón, al que le bastaba con estar atento y salir a algunos balones colgados sobre su portería que siempre le daban una clara ventaja.

El centro del campo de los ovetenses era muy plano. De la Hoz tenía claro que su función principal era la de dar contundencia a la zaga y no participaba a la hora de salir desde el campo propio. Tampoco Colombatto y Portillo lograban dar continuidad al juego y el equipo caía una y otra vez en la trampa del Castellón, que para fortuna de los locales en ataque era de lo más inocente.

Los de Calleja recurrían hasta el aburrimiento a los balones largos sobre Alemao que, en algunas ocasiones, fue capaz de sacar petróleo de situaciones de clara inferioridad. El equipo ovetense tenía desconectadas sus líneas y no era capaz de dar continuidad al juego.

Tampoco las bandas funcionaban, ya que Paulino casi no entró en juego, mientras que Chaira participaba algo más, pero tampoco lo suficiente como para ser molesto para la zaga visitante. En cualquier caso, las dos únicas oportunidades de la primera mitad cayeron del lado de los azules. La primera en un balón que ganó Alemao. Sin embargo, su disparo se fue muy cruzado sobre la portería de Gonzalo.

La segunda ocasión fue para Chaira, que aprovechó una pérdida en el centro del campo para plantarse en la frontal, pero su lanzamiento salió rozando el larguero. El resumen del primer tiempo fue un dominio estéril de los visitantes, mientras que los locales no fueron capaces de dar lo que se esperaba de un equipo que necesitaba ir a por la victoria para seguir siendo uno de los aspirantes al ascenso directo.

El panorama apenas cambió en el inicio de la segunda mitad. Los visitantes seguían dando la sensación de tener más claro lo que querían y, sobre todo ponían más energía para hacerlo. Los ovetenses estaban aletargados y con solo el recurso de buscar en largo a Alemao, que tenía una lucha desigual con la defensa del Castellón.

El primer cambio de los azules fue para que entrara Sebas Moyano por Paulino, lo que hizo que Chaira pasara a la banda derecha del centro del campo.

Calleja realizó tres cambios a falta de diez minutos para ir a la desesperada a por el partido. Paraschiv entró para hacer pareja con Alemao arriba y ambos pudieron hacer gol, pero el rumano se encontró con el portero en un mano a mano. En el tramo final los ovetenses se volcaron sobre la portería visitante y estuvieron más cerca de encontrar el gol, pero el Castellón también amenazaba en las contras.

El partido se encaminaba a las tablas en una prolongación de cuatro minutos. En una internada de Sebas Moyano por la izquierda acabó poniendo un balón al segundo palo donde dudó la defensa visitante, pero no lo hizo Alemao para llegar y mandar al fondo de la red.