El Oviedo salva un punto al final

El técnico azul volvió a tirar del once clásico, solo trufado con la presencia de Arribas en el centro de la defensa, por el lesionado Carlos Hernández, la de Lucas por Mossa en el lateral izquierdo y Sangalli en la derecha del centro del campo, por Viti.

El partido fue desde el inicio tan enredado como se esperaba. El juego se atascó en el centro del campo, donde estaba todo el tráfico de jugadores y el recurso del pase atrás para volver a empezar era recurrente. El Alcorcón no estaba muy preocupado por el balón y se dedicaba a congestionar el mayor interés de los carbayones por tratar de avanzar. La única concesión que hacían los de Anquela era que trataban de iniciar en los saques de portería combinando.

El juego de ataque de los de Ziganda gravitaba sobre Blanco Leschuk al que buscaban sus compañeros con balones largos, pero el argentino, cuando era capaz de hacerse con el balón siempre estaba rodeada. No lo estaba menos Nahuel, al que no dejaban respirar y apenas maniobrar. Menos posible era aún entrar por las bandas, en las que no había espacio para correr. El resultado era una sucesión de rechaces y pugna sin cuartel por las segundas jugadas.

El ritmo del juego iba decreciendo con el paso de los minutos sin que aparecieran los porteros. Los dos mediocentros azules estaban casi metidos entre los centrales y la aventura de avanzar era misión imposible.

El exjugador azul Boateng fue el primero en disparar a portería, pero lo hizo muy cruzado y lejos de la portería de Femenías. La primera ocasión clara de los ovetenses llegó en una jugada de las que abundaron durante el partido. Nahuel fue a la presión, robó el balón y sacó un fuerte disparo que Dani Jiménez detuvo en dos tiempos.

En los minutos finales de la primera mitad llegó la única jugada en la que los azules unieron velocidad y precisión. Nahuel puso un buen centro a Sangalli en el área y éste centró al segundo palo, donde llegó Nieto para estrellar el balón en el poste. Fue la ocasión más clara del primer acto, que terminó con una tarjeta amarilla a Christian Fernández, por una mano en el centro del campo, que le convierte en baja para Sabadell por acumulación de amonestaciones.

El resumen de la primera mitad fue un partido viscoso y poco atractivo, entre dos equipos que siempre estuvieron más preocupados por no cometer errores que tratar de construir y lo dejaban todo para el segundo acto.

El comienzo de la segunda mitad fue todavía peor que la primera, ya que a todo lo anterior se sumaron imprecisiones en los pases y errores de todo tipo, además de muchas interrupciones . Eso sí, los fallos daban la sensación de que en cualquier momento se podía producir una jugada de peligro en cualquiera de las áreas. La ocasión más clara fue un disparo lejano de Tejera, que salió rozando el larguero.

El correcalles en que se iba convirtiendo el partido daba algo más de ventaja a los alfareros que se sentían más cómodos en el descontrol y comenzaron a ganar algunos metros hacia la portería ovetense. Los azules no eran capaces de salir del atasco de ninguna manera.

El primer cambio de Ziganda fue meter a Obeng en sustitución de Blanco Leschuk, que tenía una tarjeta, El equipo perdía presencia física y ganaba velocidad.

El partido, bajo una intensa lluvia y con el Alcorcón más entonado llegó una jugada crucial, Un disparo de los alfareros lo rechazó Cedric y el árbitro, tras una larga consulta con el VAR, al final señaló la pena máxima, que transformó Hugo Fraile.

Los azules se volcaron sobre la portería visitante y en una jugada embarullada en el área, Sangalli llegó para marcar con un fuerte disparo.

En los seis minutos de prolongación pudo pasar de todo. El Alcorcón disparó al larguero y Javi Mier obligó a una gran intervención a Dani Jiménez en el último instante.