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Álvaro Fernández Fiuza y Walter Bouzán, ayer, en la tradicional salida junto al puente de Arriondas. J. M. PARDO

Bouzán y Fiuza desnudan al Sella

Condiciones. Los octacampeones del emblemático Descenso guían a EL COMERCIO por el río como adelanto de una prueba que este año estará marcada por el escaso caudal del río

JOSÉ LUIS CALLEJA

Domingo, 30 de julio 2023, 01:50

Registros de genios, de deportistas insaciables que dirigen la piragua con naturalidad y talento, no sin esfuerzo, gozando con cada palada y disfrutando, más que nunca, de la adrenalina de la competición. Su trayectoria en el Sella les sitúa en el pedestal de los grandes nombres del descenso internacional. Ocho victorias consecutivas. Lo que nadie en la historia de la emblemática prueba ha logrado.

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«¿Qué Descenso Internacional del Sella nos vamos a encontrar en esta ocasión? El riosellano Walter Bouzán y el gallego Álvaro Fernández Fiuza, a los que EL COMERCIO acompaña en el descenso del río, se miran. Una nube de cuestiones flota en el ambiente que todos tienen la urgencia de resolver. «Tremendamente técnico por las condiciones que presenta el río», responden al unísono.

Veinte kilómetros separan la salida en el puente de Arriondas de la meta ubicada en el de Ribadesella. Ambos coinciden. Habrá poco caudal. Y eso que la presa de Jocica abrirá sus compuertas y soltará agua antes de la prueba para que las piraguas afronten con la mayor normalidad un recorrido repleto de 'trampas', que Bouzán y Fernández Fiuza analizan. «Aquella frase de que en la salida no ganas la carrera, pero la puedes perder, es totalmente cierta», advierte, de primeras, el riosellano, mientras su compañero apunta a los primeros choques de palas en la zona de La Remolina. «Pueden ser peligrosos».

Los palistas recibirán el aliento de los aficionados en puntos como el Pozo del Arco y el Puente de Toraño, pero no deberán despistarse. Sobre todo, en tramos como el Picu la Vieya, donde habrá que estar muy atentos, precisa Fiuza, «al chorretón que te puede tirar contra la pared». No será el único tramo peligroso. «En el Rabión del Diablo se exige un cuidado especial porque puede haber piedras que dañen la embarcación». El paso por La Presa, asegura, también será vital al ser el último eslabón complicado antes de entrar en la ría, que, con corrientes y poca agua, dificultará más de lo habitual el paso de las piraguas.

Preguntados por La Boticaria, previa al puente de Ribadesella, un tramo que estrenaron el legendario Julio Martínez y Emilio Merchán en 2005 y que ha resultado polémico y decisivo en muchas ocasiones, Walter y Fiuza no dudan: no lo habrá por lo seco que está el cauce este verano. «La ría es una prolongación del río», precisan.

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Así las cosas, ambos tienen claro que «el Descenso será muy técnico y beneficiará a los buenos ribereños conocedores del recorrido, como Llorens y Plaza, Castañón y Amado, y Llera y Geringer», aunque, como está previsto la presa se abra, el abanico de favoritos será más amplio.

Tras el segundo puesto logrado en 2022, han decidido no hacer juntos una prueba que califican como «la mejor del mundo». Walter bajará este año en K-1 y Fiuza lo hará con su compañero en el Oviedo Kayak Guillermo Fidalgo.

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